12 años después de la tragedia de Los Alfaques
Doce años después de que se produjera el trágico accidente en las proximidades del camping Los Alfaques, en el municipio tarraconense de Alcanar, en el que murieron 215 personas y 64 resultaron heridas al hacer explosión un camión cisterna cargado con 43.000 metros cúbicos de propileno, se produce este accidente -el segundo en importancia- de camión cisterna de transporte con mercancia peligrosa.
El 30 de octubre de 1986, un camión cisterna cargado con 18.000 kilos de tolueno chocó contra una vivienda de la población de Alió (Alt Camp), sin provocar víctimas. El 5 de junio del mism...
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Doce años después de que se produjera el trágico accidente en las proximidades del camping Los Alfaques, en el municipio tarraconense de Alcanar, en el que murieron 215 personas y 64 resultaron heridas al hacer explosión un camión cisterna cargado con 43.000 metros cúbicos de propileno, se produce este accidente -el segundo en importancia- de camión cisterna de transporte con mercancia peligrosa.
El 30 de octubre de 1986, un camión cisterna cargado con 18.000 kilos de tolueno chocó contra una vivienda de la población de Alió (Alt Camp), sin provocar víctimas. El 5 de junio del mismo año, otro camión cisterna con gas butadieno licuado, volcó en la autopista A-7, al norte de Tarragona. En la misma carretera, el 10 de julio de 1987, un camión cuba cargado con metil metacrilato, volcó en un desvío. Sólo en ese año se habían producido ya siete accidentes de vehículos cuba en las carreteras de la provincia.
El mismo día de este accidente, el Consejo de Ministros autorizó las obras de una variante de la N-340 para que los camiones con mercancías peligrosas no cruzasen la ciudad de Tarragona. A pesar de ello, el 20 de septiembre de 1989 un camión vertió un reguero de un producto químico tóxico en pleno centro de la ciudad catalana, en la plaza Imperial Tarraco.
El 3 de enero de 1990 tres personas fallecieron calcinadas en la localidad de Fraga (Huesca) al incendiarse un camión cargado con aerosoles que se estrelló contra el hotel Sorolla, en el casco urbano de la ciudad. En esta misma localidad, en 1983, un camión cargado con gas butadieno chocó contra el un puente en la autopista Zaragoza-Barcelona. Una bola de fuego de unos 200 metros de radio y casi 15 de altura carbonizó al camionero y al conductor de un Pegaso que circulaba en dirección contraria.
En Andalucía, otro espectacular accidente sin víctimas, se produjo en marzo de 1989 en la localidad sevillana de Écija. Alrededor de 6.000 personas fueron evacuadas de sus casas durante más de 10 horas tras volcar un camión cisterna cargado con 21.000 litros de gas inflamable a su paso por la población. En enero de ese año, una persona había muerto en Puerto Real (Cádiz) al explotar un camión cisterna que transportaba oxígeno líquido.
En junio de 1986 en el puerto de Somosierra (Madrid), un camión que transportaba ácido sulfúrico se quedó sin frenos en la bajada del puerto en dirección a Burgos. Murieron el conductor y su esposa y desapareció el hijo de ambos.