Cartas al director

Ciudadano ministro...

Quizá por el éxito que ha tenido y está teniendo el Libro de estilo de EL PAÍS, la Administración, según he oído, ha lanzado también un libro para uso de funcionarios, abandonando -¡ya era hora!- fórmulas y expresiones absolutamente obsoletas. Aunque no lo he visto, creo que también debería suprimirse ya de la literatura epistolar oficiar el tratamiento que todavía se conserva de excelentísimo o ilustrísimo señor, o parecido. Sin que ello represente irrespeto para las personas a quienes uno se dirige en los escritos, instancias, etcétera. ¿No podría usarse, como se hace en otro muchos p...

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Quizá por el éxito que ha tenido y está teniendo el Libro de estilo de EL PAÍS, la Administración, según he oído, ha lanzado también un libro para uso de funcionarios, abandonando -¡ya era hora!- fórmulas y expresiones absolutamente obsoletas. Aunque no lo he visto, creo que también debería suprimirse ya de la literatura epistolar oficiar el tratamiento que todavía se conserva de excelentísimo o ilustrísimo señor, o parecido. Sin que ello represente irrespeto para las personas a quienes uno se dirige en los escritos, instancias, etcétera. ¿No podría usarse, como se hace en otro muchos países, la expresión ciudadano ministro, ciudadano director general, ciudadano juez, etcétera? Creo que ciudadano es lo más digno que puede decirse en las relaciones de los individuos-ciudadanos con los cargos de la Administración por altos que éstos sean.-

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