Ópera y moda

"Esto es un Mundial de fútbol, no unos Juegos Olímpicos". Ésta es la consigna que repiten los miembros del comité organizador cuando se trata de hablar de la ceremonia de apertura. El acto será breve, apenas 20 minutos, y todos los detalles están decididos. No habrá sorpresas. La ópera y la moda, quizá los dos mundos que mejor identifican a Milán, tendrán un protagonismo especial esta tarde.La ceremonia se iniciará a las 17.15 horas y finalizará a las 17.35. El espectáculo, dirigido por el coreógrafo Pletro Zuffi, utilizará a 200 gimnastas y 150 modelos, una cifra realmente modesta para lo que...

"Esto es un Mundial de fútbol, no unos Juegos Olímpicos". Ésta es la consigna que repiten los miembros del comité organizador cuando se trata de hablar de la ceremonia de apertura. El acto será breve, apenas 20 minutos, y todos los detalles están decididos. No habrá sorpresas. La ópera y la moda, quizá los dos mundos que mejor identifican a Milán, tendrán un protagonismo especial esta tarde.La ceremonia se iniciará a las 17.15 horas y finalizará a las 17.35. El espectáculo, dirigido por el coreógrafo Pletro Zuffi, utilizará a 200 gimnastas y 150 modelos, una cifra realmente modesta para lo que ha sido habitual en este tipo de actos.

A las 17.15, cuando se inicie la versión musical del himno del Mundial, Un Estate Italiano, los gimnastas saltarán al césped desde los cuatro rincones del campo portando las banderas de los 24 países participantes. Los deportistas van vestidos, incluso hasta la cabeza, con los mismos colores de las banderas que exhiben.

Inmediatamente después, 150 modelos entrarán, con el vestuario diseñado por cuatro grandes de la moda, cada uno en un color distinto: en rojo, Valentino (que representará el espíritu americano); en negro, Missoni (África); en amarillo, Schon (Asia), y en verde, Ferré (Europa), el último fichaje de Christian Dior. Tanto en la indumentaria de las asiáticas como en la de las europeas predominan las transparencias.

Cuando finalice el curioso pase de modelos sobre la improvisada pasarela de San Siro, se iniciará la interpretación del himno de la FIFA, To be number one (Ser el número uno), con Moroder dirigiendo a su orquesta.

Finalmente, surgirá el toque clásico. Tras la ya habitual suelta de globos, que surgirán de los 24 balones, y mientras suenan las trompetas de Aida, un globo aerostático se elevará al cielo desde el centro del campo. Se escucharán entonces las notas de introducción al tema Va Pensiero, de la ópera Nabucco, de Verdí, y desde el estadio se conectará con el teatro de La Scala, donde Muti dirigirá a la orquesta y coros en la interpretación de esa famosísima canción que muchos italianos consideran que debería ser el himno nacional.