La guerrilla de Guatemala no saboteara las elecciones generales de noviembre

La guerrilla de Guatemala no boicoteará las elecciones de noviembre y suspenderá los sabotajes armados durante la campaña electoral al comprometerse los partidos políticos de la nación centroamericana en guerra civil larvada desde hace 30 años a convocar una Asamblea constituyente en 1991 y facilitar la reinserción política del movimiento armado.

Las negociaciones de paz de El Escorial terminaron ayer tras cinco días de sesiones con un acuerdo conjunto de la coordina dora guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatelmalteca (URNG) y los nueve partidos. Ambas partes subrayan su volu...

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La guerrilla de Guatemala no boicoteará las elecciones de noviembre y suspenderá los sabotajes armados durante la campaña electoral al comprometerse los partidos políticos de la nación centroamericana en guerra civil larvada desde hace 30 años a convocar una Asamblea constituyente en 1991 y facilitar la reinserción política del movimiento armado.

Las negociaciones de paz de El Escorial terminaron ayer tras cinco días de sesiones con un acuerdo conjunto de la coordina dora guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatelmalteca (URNG) y los nueve partidos. Ambas partes subrayan su voluntad por continuar el proceso pacificador con reuniones periódicas e impulsar medidas que contribuyan a una solución negociada del conflicto. Monseñor Quezada Toruño, presidente de la Comisión Nacional de Reconciliación, precisó que no se trata de la firma del "acuerdo de paz en Guatemala" sino de un primer paso hacia un arreglo definitivo. Los partidos acogieron "con beneplácito" el acuerdo de la guerrilla de no boicotear la celebración de los comicios y suspender durante los próximos seis meses de campaña los sabotajes a vías de comunicación y objetivos económicos. Este compromiso no significa, sin embargoo el cese de hostilidades, y las operaciones militares del movimiento rebelde podrán continuar en otros frentes.Durante la rueda de prensa de presentación del acuerdo, en la que intervinieron monseñor Quezada, los representantes de la URNG y de todos los partidos, Carlos Enrique Chavarria, secretario general del Partido Revolucionario, emocionado, pidió un minuto de silencio por los 100.000 caídos en el conflicto.

"Nuestro capitán general"

Ciudadanos guatemaltecos presentes en el acto lloraron abiertamente al considerar trascendentales los resultados. Un sobrino de Mario Sandoval, líder de la derecha más conservadora y anticomunista activo, entregó a los comandantes guerrilleros 20 crucifijos del Cristo negro de Esquipulas, "nuestro capitán general", dijo. "Borrón y cuenta nueva. Que Dios bendiga a Guatemala y que su cosecha sea la paz", añadió Sandoval en un comunicado.

Todos los participantes en las conversaciones elogiaron la disposición del Gobierno español, anfitrión del encuentro, y coincidieron, en la letra del acuerdo, en la necesidad de perfeccionar el sistema democrático guatemalteco y conseguir que todas las fuerzas sociales colaboren en la definición de los cambios institucionales que permitan la vigencia plena de los derechos ciudadanos y políticos, una mayor justicia social y el "irrestricto", respeto a la independencia de los poderes del Estado.

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La reforma de la Constitución se efectuará "por los mecanismos que la misma establece", según dice el acuerdo, para lograr Ias metas de paz y perfeccionamiento de la democracia funcional y participativa.

Los redactores del comunicado final fueron cuidadosos en no citar explícitamente la conveniencia de separar del Ejército a los mandos que no acepten la democracia y reordenar su funcionamiento. Tampoco se incluyó en el articulado la propuesta guerrillera de eliminar las llamadas "patrullas civiles de audofensa", a quienes se atribuyen numerosos asesinatos, o la investigación judicial de los excesos en la represión de los opositores. Rodrigo Asturias, comandante Gaspar, señaló que la reforma de la Constitución significaría la modificación de las funciones del Ejército.

La última reunión de la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca, decisiva, deberá ser con la oficilidad militar, verdadero poder en el país.

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