La Comunidad destina 28 millones a becar a promesas del deporte

Son ayudas económicas para la "tecnificación de los deportistas", y, como tales, las jóvenes promesas del deporte madrileño que las reciben se las gastan en -programas de ordenador con partidas de ajedrez, palas de piragüismo, armas de tiro, profesores particulares de EGB o masajistas. Este año, 70 atletas recibirán 400.000 pesetas de la Comunidad de Madrid como recompensa a su dedicación. "Es poco, pero es lo que hay. Antes no había nada". En eso coinciden los deportistas becados y el consejero regional de Educación y Deporte Jaime Lissavetzky.

Carlos del Piñal, de 22 años y estudiante...

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Son ayudas económicas para la "tecnificación de los deportistas", y, como tales, las jóvenes promesas del deporte madrileño que las reciben se las gastan en -programas de ordenador con partidas de ajedrez, palas de piragüismo, armas de tiro, profesores particulares de EGB o masajistas. Este año, 70 atletas recibirán 400.000 pesetas de la Comunidad de Madrid como recompensa a su dedicación. "Es poco, pero es lo que hay. Antes no había nada". En eso coinciden los deportistas becados y el consejero regional de Educación y Deporte Jaime Lissavetzky.

Carlos del Piñal, de 22 años y estudiante de segundo de Económicas, no es aún un atleta de élite, aunque, dice, "me falta muy poquito". Carlos, que fue campeón de España de 200 metros lisos en la categoría de promesas, sueña con los Juegos Olímpicos de Barcelona, pero, como otros deportistas de su edad, vive en la encrucijada de ser todo o nada, de seguir entrenando de dos a cuatro horas diariamente o dejarlo definitivamente."El problema es que si no estás en la élite no puedes vivir de ésto. Yo hubiera sacrificado todo por el atletismo", explica. La Comunidad de Madrid lleva tres años becando a un pequeño número de deportistas que viven el dificil momento de la transición hacia la élite. El pasado año, el reparto llegó a 67 atletas, que recibieron 370.000 pesetas. Este año, la beca del llamado programa de tecnificación sube a 400.000 pesetas. "Es poco dinero", reconoce Jaime Lissavetzky, "pero es que hasta ahora no había ninguna ayuda para los atletas que aún no han llegado a la alta competición". Ése es el objetivo.

Carlos del Piñal destinó el dinero a la compra de material y a pagar un masajista una o dos veces por semana a razón de 2.000 pesetas por sesión. A Juan Antonio Crespo, de 23 años y campeón de Europa de 5.000 metros lisos por clubes en 1988, la beca le ha servido para dedicarse a entrenar "en cuerpo y alma" y dejar los empleos eventuales de "butanero, carpintero y peón" a los que recurría "para ayudar en casa". Crespo quiere correr el maratón en Barcelona 92.

El pasado año, la Comunidad recibió un total de 263 solicitudes de becas de las distintas federaciones deportivas, que son las que proponen a los aspirantes según las marcas y las posibilidades de proyección. En el reparto final, las que salieron más beneficiadas fueron las de atletismo -10 becas-, gimnasia -siete-, natación -seisy balonma-no, deportes de invierno, kárate, piragüismo y taekwondo -cuatro- Las solicitudes para este año aún -están abiertas.

Viajar a Nueva York

Pablo Sansegundo, campeón de España y de Europa juvenil de Ajedrez y vencedor de Kárpov en una simultánea celebrada en 1987 merced a una "receta personal", ha invertido la beca en la creación de una base de datos con fichas de partidas y a viajar a torneos internacionales, como el abierto de Nueva York. "Con el ordenador me ahorro mucho tiempo en la preparación de torneos", explica. Sansegundo estudia para ingeniero industrial.Juan Manuel Rivero, de 20 años y campeón de España juvenil de piragüismo en 500 metros, K-2, entrena cuatro horas diarias en el estanque del Retiro. "Llegar a las ayudas ADO [Asociación de Deportistas Olímpicos] está muy difícil. Con las becas de la Comunidad pasas un poco mejor esta etapa intermedia". Rivero, estudiante de Ciencias Físicas, ha comprado palas y ropa deportiva.

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"Lo cierto es que este año han entrado en el ADO algunos de los deportistas becados el pasado año", explica Lissavetzky. "Especialmente en gimnasia, donde las madrileñas constituyen buena parte del equipo nacional". Pero a Marta Ducay, de 16 años y ganadora de dos medallas en el campeonato de España de gimnasia rítmica deportiva, la selección nacional no le hacía demasiada gracia. La ayuda sólo le sirvió para forzar la máquina el último año y dejarlo todo. "Es muy duro estar ocho años entrenando tres horas y media diarias, haciendo régimen y sin poder salir".

El abuelo de los becados es Emilio Sánchez Molina, un delineante de 43 años especializado en tiro olímpico. Emilio, que es minusválido, fue séptimo en la paraolimpiada de Seúl y no llegó a más porque compitió con una mano dislocada. "Me caí en el avión", explica. El tirador ha adquirido con la subvención dos nuevas armas de competición. "Cuestan entre 100.000 y 150.000 pesetas como rnínirno".

Raquel Gutiérrez, de 16 años, se dedica a la desconocida especialidad de ballet sobre esquís, de la que fue tercera en el campeonato del mundo júnior celebrado en Finlandia. Ella, como el resto de esquiadores becados, dedica el dinero a la compra de material y a sufragar los gastos de viajes. Alguno tiene que desplazarse a entrenar a Sierra Nevada ante la imposibilidad de hacerlo con regularidad en Madrid. "Hasta el año pasado tenía que pagarme todo", cuenta Raquel.

También viaja la tenista Eva Jiménez, de 15 años, que vive este año en Valencia para asistir a una escuela de perfección de la Federación Española de Tenis. La beca que disfruta le sirve a Eva para pagar una profesora particular con la que sacar adelante el primer curso de BUP, que estudia a distancia.

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