80 muertos por la represión policial en Pakistán

, Al menos 80 personas resultaron muertas ayer, la mayoría por disparos de la policía, al reprimirse a tiros las protestas callejeras de la población musulmana residente en Hyderabad y Karachi, ciudades paquistaníes con fuertes rivalidades étnicas y políticas. Decenas de las víctimas de los sangrientos incidentes eran mujeres y niños, según testigos.

El número de heridos asciende a 270 tras la represión armada de manifestaciones de miles de personas, en su mayor parte mujeres con sus hijos, que desafiaron el toque de queda total impuesto por las autoridades el 14 de mayo en estas...

, Al menos 80 personas resultaron muertas ayer, la mayoría por disparos de la policía, al reprimirse a tiros las protestas callejeras de la población musulmana residente en Hyderabad y Karachi, ciudades paquistaníes con fuertes rivalidades étnicas y políticas. Decenas de las víctimas de los sangrientos incidentes eran mujeres y niños, según testigos.

El número de heridos asciende a 270 tras la represión armada de manifestaciones de miles de personas, en su mayor parte mujeres con sus hijos, que desafiaron el toque de queda total impuesto por las autoridades el 14 de mayo en estas poblaciones para controlar los sangrientos enfrentamientos étnicos entre musulmanes emigrantes de la India y habitantes nacidos en la provincia de Sind, donde están enclavadas Hyderabad y Karachi, distantes entre sí 150 kilómetros.Los manifestantes del domingo, con el Corán en la mano, denunciaron airadamente los excesos policiales en la represión de las protestas públicas de la población musulmana, instalada en Pakistán a partir de 1947, año en que se produjo la conflictiva división territorial del subcontinente.

Cuando los participantes en las protestas de ayer en Hyderabad gritaban cosignas en demanda de la finalización del toque de queda, como "nuestros hijos se mueren", "necesitamos comidas" y "acabad con el asedio", la policía abrió fuego tras varias advertencias que no fueron atendidas. El mayor número de víctimas, 65, se registró en esa ciudad donde el Ejército y fuerzas paramilitares han tomado posiciones y patrullan por sus calles. Los sucesos de Hyderabad fueron la culminación de dos semanas de choques entre musulmanes y nativos de Sind.

Una de las batallas campales entre civiles armados rivales y policías, de cinco horas de duración, se registró el sábado y terminó con 10 muertos. Las fuerzas de seguridad registraron tejados, azoteas y domicilios para incautar pistolas, rifles y hasta lanzagranadas en poder de los contendientes.

15 personas, según un primer recuento, entre ellas cinco policías, perdieron la vida en los disturbios de Karachi, donde enmascarados con armas dispararon contra los transeúntes e incendiaron al menos cuatro autobuses.

En esta localidad, la ciudad más grande del país, los enfrentamientos se extendieron por diferentes barrios y fueron frecuentes los choques con la policía. Fuentes oficiales afirmaron que 12 de las víctimas murieron por disparos de desconocidos.

Se tomarán medidas

Por otra parte, al menos 150 personas han muerto en la provincia natal de la primera ministro, Benazir Bhutto, durante las revueltas y la agitación étnica que comenzaron a desencadenarse el fin de semana.

El jefe de Estado paquistaní, Ghulam Ishaq Jan, recibió ayer a una delegación de partidos de la oposición que le expresó su preocupación por el grave deterioro de la situación. Ishaq, tras la entrevista, anunció medidas para proteger los bienes y la vida de las personas "sin discriminación".

El partido de oposición Movimiento Nacional Musulmán (MQM), en el que se agrupan los musulmanes, tiene una fuerte implantación en las dos ciudades afectadas por los incidentes y sus seguidores han mantenido frecuentes enfrentamientos violentos con los partidarios de Bhutto, afiliados al gubernamental Partido del Pueblo de Pakistán.

El MQM apoyó a Bhutto hasta octubre, en que pasó a la oposición tras acusar a la jefa de Gobierno de no cumplir sus promesas de terminar con la discriminación contra los musulmanes procedentes de la India en la educación y el empleo.

. El pasado viernes, la presidenta ordenó una intensificación de las operaciones "antiterroristas" en Sind y "mano dura", tras denunciar al Gobierno de Nueva Delhi "y a sus agentes provocadores" por fomentar las rivalidades existentes en Sind para vengarse, dijo, de sus propios problemas en Cachemira, teatro de operaciones de una revuelta antiindia desde principios de año.

Desde el año 1986, más de 1.250 personas han muerto en las disputas étnicas y políticas que han enfrentado, sin interrupción a los emigrantes musulmanes de la India, fundamentalmente, y a los paquistaníes que habitan en Sind, donde domina el MQM pero con un Gobierno provincial en manos del partido de Benazi Bhutto.