Michael Milken se declara culpable de fraude y será encarcelado

El rey de los bonos basura, Michael Milken, ha aceptado declararse culpable de estafa y fraude, y tendrá que abonar unos 600 millones de dólares en concepto de multa, según han asegurado fuentes cercanas al caso. La acusación pública no quiso hacer ningún comentario ya que en anuncio formal de la sentencia se espera para la próxima semana. En cualquier caso, sí parece seguro que el principal responsable del éxito de los bonos basura desde la firma Drexel tendrá que pasar algún tiempo en prisión.Milken, al declararse culpable de fraude, evitará la parte más dura de la sentencia, ya que p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El rey de los bonos basura, Michael Milken, ha aceptado declararse culpable de estafa y fraude, y tendrá que abonar unos 600 millones de dólares en concepto de multa, según han asegurado fuentes cercanas al caso. La acusación pública no quiso hacer ningún comentario ya que en anuncio formal de la sentencia se espera para la próxima semana. En cualquier caso, sí parece seguro que el principal responsable del éxito de los bonos basura desde la firma Drexel tendrá que pasar algún tiempo en prisión.Milken, al declararse culpable de fraude, evitará la parte más dura de la sentencia, ya que podría haber sido condenado a más de 20 años de cárcel y perder la mayor parte de su fortuna. El abogado del genio de las finanzas de los años 80 ha declarado que su cliente no va a exponerse a pasar más de cinco años en prisión; un período mínimo que le ser difícil evitar.

Los bonos basura, títulos de deuda de alta remuneración y también elevado riesgo, colaboraron al fortísimo despegue del mundo financiero durante la última década, en buena medida apoyando las operaciones de compras hóstiles de empresas. El tiburoneo financiero que promovieron estos bonos ha provocado su actual rechazo. Se estima que, Michael Milken, practicamente el inventor de estos activos financieros, ganó más de 1.000 millones de dólares en sólo cuatro años -entre 1983 y 1987- como directivo de Drexel Burham Lambert, ahora en prctica quiebra.

El insider trading, la utilización de información privilegiada, es el punto crucial en el caso seguido contra Milken. Y ha sido también el aspecto de más arduas negociaciones entre el financiero y las autoridades bursátiles norteamericanas.

Archivado En