El Príncipe aboga por unos Juegos Olímpicos despolitizados
El príncipe Felipe, que iniciará su prirner viaje oficial a Cataluña el próximo día 20, ha declarado al semanario gerundense en lengua catalana Presència : "Es injusto extrapolar el ejemplo de Lituania a otros territorios, porque ni padecen ni disfrutan de la misma realidad, la misma historia, ni la misma necesidad". En una entrevista que se publica hoy, el Príncipe opina que los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Barcelona en 1992 "deben ser un acontecimiento deportivo totalmente despolitizado, desinteresado y lleno de buena voluntad". "El Estado español debe dar un mensa...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El príncipe Felipe, que iniciará su prirner viaje oficial a Cataluña el próximo día 20, ha declarado al semanario gerundense en lengua catalana Presència : "Es injusto extrapolar el ejemplo de Lituania a otros territorios, porque ni padecen ni disfrutan de la misma realidad, la misma historia, ni la misma necesidad". En una entrevista que se publica hoy, el Príncipe opina que los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Barcelona en 1992 "deben ser un acontecimiento deportivo totalmente despolitizado, desinteresado y lleno de buena voluntad". "El Estado español debe dar un mensaje de eficacia, deportividad, hospitalidad y seriedad", añade.
En relación con las protestas que han surgido desde algunos sectores sobre su inminente visita a Cataluña, el Príncipe asegura ser consciente de que su presencia no será bien acogida por determinados partidos y organizaciones independentistas. "Pero" ,justifica, "estamos en un Estado de derecho y nuestra Constitución ampara a todos los ciudadanos en la expresión libre de sus pensamientos, ideas y opiniones". El Príncipe descartó que se vayan a producir durante su estancia en la región catalana situaciones similares a la ocurrida el pasado mes de septiembre en la inauguración del estadio de Montjuïc donde una parte del público silbó al Rey, porque, a su juicio, estas reacciones "no están en consonancia con la voluntad mayoritaria del pueblo catalán".