Petición de 6 años de cárcel para un cabo por maltratar a un recluta que murió

El fiscal militar solicita seis años de prisión para el cabo primero José Manuel J. M. por un presunto delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte y un delito continuado de abuso de autoridad. El fiscal considera que la actitud del acusado provocó la muerte del recluta Francisco Fernández, de 19 años, durante unas pruebas físicas en el acuartelamiento de Paterna (Valencia).

FRANCESC BAYARRI, El suceso ocurrió en septiembre de 1988. La Capitanía General de Valencia en un comunicado negó entonces que hubiera existido malos tratos. Tras conocerse los hechos, el ministro de Defe...

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El fiscal militar solicita seis años de prisión para el cabo primero José Manuel J. M. por un presunto delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte y un delito continuado de abuso de autoridad. El fiscal considera que la actitud del acusado provocó la muerte del recluta Francisco Fernández, de 19 años, durante unas pruebas físicas en el acuartelamiento de Paterna (Valencia).

FRANCESC BAYARRI, El suceso ocurrió en septiembre de 1988. La Capitanía General de Valencia en un comunicado negó entonces que hubiera existido malos tratos. Tras conocerse los hechos, el ministro de Defensa, Narcís Serra, destituyó a tres mandos del recluta. Se trataba del coronel jefe de la Agrupación Logística de Paterna, del jefe del grupo de Abastecimientos, y del capitán de la unidad donde estaba destinado el recluta fallecido.Francisco Fernández falleció cuando efectuaba el periodo de instrucción del servicio militar. Su baja condición física le impedía realizar los ejercicios de la instrucción con facilidad. Esto provocó las iras del cabo José Manuel J. M., que lo sometió a un continuado trato vejatorio, según el fiscal y la acusación. El día 1 de septiembre de 1988, el joven fue sometido a un fuerte ejercicio físico que lo agotó y llegó a provocarle mareos. Al no poderlo realizar con la facilidad de sus compañeros, fue increpado por el cabo, "llegando a zarandearlo e incluso a golpearle a la altura del estómago". El cabo y otros soldados llevaron al recluta al lavadero, donde le metieron la cabeza debajo del grifo.

Francisco Fernández, "ya en estado semiinconsciente", según el fiscal, les indicó que quería vomitar. Lo llevaron al servicio, pero Fernández no pudo vomitar. Entonces fue abandonado, "a pesar del manifiesto, penoso y lamentable estado físico en que se encontraba". Poco después fue encontrado tumbado en una cama y temblando. Fue conducido al hospital, donde falleció al día siguiente por parada cardiorespiratoria. Irene Fernández, madre de la víctima, dijo en su día a este periódico que el cabo procesado había causado múltiples problemas a su hijo, según le contaba éste en sus permisos. Irene Fernández se constituyó en acusación particular del caso, y ahora solicita 20 años de cárcel para el procesado. También pide 20 millones de indemnización y considera que el Estado es el responsable civil subsidiario. El fiscal cifra la indemnización en 12 millones de pesetas. La acusación considera que hubo un delito de malos tratos con resultado de muerte. El juicio está previsto que se inicie hoy, en el Tribunal Militar Territorial Primero de Valencia.

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