Fondo ideológico

A los pocos días de hacerse pública la interpretación restrictiva realizada por un tribunal estadounidense del amparo que la Constitución de su país otorga a los extranjeros, según la cual éstos no merecen ser beneficiarios de garantías constitucionales como esla inviolabilidad del domicilio, aparece en su diario la noticia de que un tribunal español, la Audiencia Provincial de Bilbao, atenúa la pena a un traficante de drogas "por su condición de negro, parado y extranjero".

Ambas resoluciones judiciales tienen como notas comunes el haber sido dictadas en relación con sendas actividades...

A los pocos días de hacerse pública la interpretación restrictiva realizada por un tribunal estadounidense del amparo que la Constitución de su país otorga a los extranjeros, según la cual éstos no merecen ser beneficiarios de garantías constitucionales como esla inviolabilidad del domicilio, aparece en su diario la noticia de que un tribunal español, la Audiencia Provincial de Bilbao, atenúa la pena a un traficante de drogas "por su condición de negro, parado y extranjero".

Ambas resoluciones judiciales tienen como notas comunes el haber sido dictadas en relación con sendas actividades de tráfico de drogas realizadas por extranjeros, si bien la primera de ellas tenía un destinatario directo de todos conocido, como es el general Norlega, mientras que la segunda afecta a un paria anónimo, pobre y negro.

Pero el fondo ideológico que las; inspira es significativarnente opuesto: en un caso, prima la protección de los intereses tribales y etnocentristas, en un alarde de grosero narcisimo nacionalista; en otro, el tribunal analiza la situación aproximándose a la óptica subjetiva del justiciable, sin otro interés que un escrupuloso respeto por los derechos humanos.

Resulta estremecedor comprobar cómo en el país más poderoso de la tierra se utiliza la administración de justicia como un arma más de defensa de privilegios propios, y como instrumento de legitimación de intereses expansionistas, aunque nos quede el cosuelo de que en nuestra cercanía se nos trate y juzgue, al menos, con la dignidad que merece el simple hecho de serpersonas- Juan Luis Villada abogado.