Los 'hooligans' preparan la batalla de Cagliari

La policía británica ha advertido a las autoridades italianas de los riesgos que se derivan de la campaña de violencia que un millar de hooligans y de hinchas holandeses podrían desencadenar el próximo 16 de junio, en Cagliari (Cerdeña), con ocasión del partido entre Inglaterra y Holanda correspondiente al Grupo F de la primera ronda de la fase final del Campeonato del Mundo de Italia 90. Este encuentro es considerado por algunos de los partidarios de la violencia como "la cita culminante de su carrera", según el superintendente Adrian Appleby, responsable de la sección encargada...

La policía británica ha advertido a las autoridades italianas de los riesgos que se derivan de la campaña de violencia que un millar de hooligans y de hinchas holandeses podrían desencadenar el próximo 16 de junio, en Cagliari (Cerdeña), con ocasión del partido entre Inglaterra y Holanda correspondiente al Grupo F de la primera ronda de la fase final del Campeonato del Mundo de Italia 90. Este encuentro es considerado por algunos de los partidarios de la violencia como "la cita culminante de su carrera", según el superintendente Adrian Appleby, responsable de la sección encargada de elaborar informes sobre los disturbios en el fútbol.El ex jugador internacional italiano Gigi Riva, residente en Cerdeña, confesó al diario Corriere della Sera que está muy preocupado por los incidentes que pudieran producirse en Cagliari. "Yo tengo dos hijos. ¿Cómo podría dejarlos ir tan tranquilo al estadio para ver el Inglaterra-Holanda?". Riva es partidario de que se adopten serias medidas preventivas. Una de las que se está estudiando es la prohibición radical de vender bebidas alcohólicas a los hinchas ingleses y holandeses. Por otra parte, Integrantes de un club de aficionados locales comentaron que ellos procurarán "permanecer al margen" de cualquier conflicto que pueda surgir entre aquéllos, pero matizando que sabrán "defenderse" si son "provocados".

Sembrar el pánico

Appleby dijo haber recibido un estudio de la policía holandesa según el cual unos 500 fanáticos de la naranja mecánica están dispuestos a perderse los otros dos partidos de Van Basten y compañía en la primera fase, los que disputarán en Palermo (Sicilia), para permanecer en Cagliari y sembrar el pánico y el desorden en todos los rincones de la ciudad.

Siempre según la versión de Appleby, ya ha habido contactos entre los furibundos aficionados ingleses y holandeses para concertar auténticas batallas campales en Cagliari. En este sentido, la policía británica mantiene una estrecha vigilancia sobre determinados jóvenes, a los que Appleby cataloga como "gente terriblemente violenta que disfruta haciendo daño a otros seres humanos". El problema se multiplica ahora porque ciertos sectores de los holandeses también están radicalizando su comportamiento agresivo, lo que se demuestra por la casi sistemática utilización de bombas de fabricación casera.

Una de las medidas que, casi con toda seguridad, pondrán en marcha los agentes italianos es la de situar a cada una de las hinchadas peligrosas en uno de los fondos del estadio y, a la conclusión del encuentro, escoltarlas hasta el aeropuerto.