La Prensa británica estrena código de conducta

El Consejo de la Prensa británico publicó ayer los 16 puntos del código de conducta ética que recomienda seguir a la profesión periodística. La nueva normativa es mucho más amplia y restrictiva que la adoptada el pasado mes de noviembre por los directores de la Prensa nacional. Su carácter autorregulatorio convierte, sin embargo, al texto en aceptable, ya que de ser impuesto por la ley sería "impracticable y opresivo", según manifestó lan Baeles, portavoz de los directores de diarios del Reino Unido.

Louis Blom-Cooper, presidente del Consejo de la Prensa (PC), reconoce que el código...

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El Consejo de la Prensa británico publicó ayer los 16 puntos del código de conducta ética que recomienda seguir a la profesión periodística. La nueva normativa es mucho más amplia y restrictiva que la adoptada el pasado mes de noviembre por los directores de la Prensa nacional. Su carácter autorregulatorio convierte, sin embargo, al texto en aceptable, ya que de ser impuesto por la ley sería "impracticable y opresivo", según manifestó lan Baeles, portavoz de los directores de diarios del Reino Unido.

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Louis Blom-Cooper, presidente del Consejo de la Prensa (PC), reconoce que el código, compendio de 40 años largos de dictámenes del citado organismo, es muy detallado, pero, dice, "el gran beneficio es que el lector ordinario tiene una clara idea de cuáles son los principales principios de la ética periodística".El código es un documento fruto de la cooperación de editores, directores y sindicatos de periodistas de ese país.

La iniciativa responde a las crecientes críticas de que ha sido objeto la Prensa británica, en particular en lo relativo a injerencias en asuntos personales.

"Todavía tenemos reservas con respecto a algunas claúsulas, en particular la relacionada con el derecho a la vida privada, sobre todo si fueran a ser ínterpretadas de una forma estrecha y legalista", dice Beales, presidente del comité legal y parlamentarlo del Gremio de Directores de Periódicos Británicos.

Si las claúsulas que sirven de autorregulación fueran convertidas en ley, serían "impracticables y opresivas", agrega Beales, quien considera que, en un sistema de autodisciplina capaz de filtrar reclamaciones engorrosas o frívolas, se hará todo lo posible porque el nuevo código funcione.

"Periódicos, publicaciones periódicas y periodistas tienen el deber de defender la libertad de Prensa en nombre del interés del público y oponerse a la censura. La conducta no ética daña este objetivo", dice la corta introducción al código ético.

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