El vicepresidente dice que se siente un hombre del teatro y no un político

El vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, en una entrevista publicada ayer por el diario romano Il Messaggero, afirma: "Yo no me siento un político y no abandono la idea de dejar la política para volver a la cultura. Yo, más que otra cosa, me siento un hombre de teatro"."Cuando España recobró la democracia, tras la muerte del dictador Franco, yo me replanteé si volver a la cultura o quedarme en política, y fue Felipe González quien me convenció para que siguiese. Pero yo, repito, no me siento un político", afirma Guerra en la entrevista concedida al diario de la capital it...

El vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, en una entrevista publicada ayer por el diario romano Il Messaggero, afirma: "Yo no me siento un político y no abandono la idea de dejar la política para volver a la cultura. Yo, más que otra cosa, me siento un hombre de teatro"."Cuando España recobró la democracia, tras la muerte del dictador Franco, yo me replanteé si volver a la cultura o quedarme en política, y fue Felipe González quien me convenció para que siguiese. Pero yo, repito, no me siento un político", afirma Guerra en la entrevista concedida al diario de la capital italiana.

Guerra asegura que el teatro le ha servido de mucho, "sobre todo para la política, donde lo importante es el bosquejo y no tanto el diseño y el refinamiento". Sobre su papel en el Gobierno español, Alfonso Guerra señala: "Yo estoy en la cocina y me dedico a cocer; después, Felipe añade las especias y va a servir los platos".

El número dos del PSOE, a quien Il Messaggero define como "un intelectual, hombre de teatro y eminencia gris del Gobierno español", está convencido de que, "por desgracia", los Gobiernos europeos, "en vez de preocuparse y ocuparse de políticas culturales, prefieren potenciar, por ejemplo, las industrias del transporte". "Debemos crear estructuras y plataformas para el libre desarrollo de la creatividad, sobre todo a nivel educativo", añade Guerra.

Respecto a los cambios en Europa del Este, el vicepresidente del Gobierno español manifiesta: "Hasta ahora, a causa de los regímenes que han engañado a todos durante tanto tiempo, autocondenándoles a la miseria y llevando a muchos países a la completa ruina económica, no ha habido una ósmosis entre el Este y el Oeste".

Y concluye: "Ahora, con la caída del comunismo, el Este puede comenzar a gozar de nosotros, y nosotros, de ellos".