El PSOE denuncia la proliferación de "matones" en las discotecas

El Grupo Socialista de la Asamblea de Madrid ha presentado una proposición dirigida al Gobierno regional para que se impida "cualquier tipo de discriminación en los accesos a los lugares públicos". Los diputados del PSOE consideran, según un comunicado de su grupo parlamentario, que en los últimos meses "se ha detectado la presencia de matones en los centros tradicionales de ocio de la juventud madrileña". Al amparo del derecho de admisión, se vulneran los derechos de los ciudadanos, a quienes se les veta el paso a los establecimientos, e incluso se llegan a producir "agresiones físicas...

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El Grupo Socialista de la Asamblea de Madrid ha presentado una proposición dirigida al Gobierno regional para que se impida "cualquier tipo de discriminación en los accesos a los lugares públicos". Los diputados del PSOE consideran, según un comunicado de su grupo parlamentario, que en los últimos meses "se ha detectado la presencia de matones en los centros tradicionales de ocio de la juventud madrileña". Al amparo del derecho de admisión, se vulneran los derechos de los ciudadanos, a quienes se les veta el paso a los establecimientos, e incluso se llegan a producir "agresiones físicas", denuncia el PSOE.Con estas prácticas abusivas, agrega la nota del Grupo Socialista, los propietarios de locales se atribuyen competencias que son exclusivas de los cuerpos de Seguridad, en una situación cercana a la "ley de la jungla". El pasado mes de diciembre, 13 locales de diversión de Madrid fueron multados por hacer uso arbitario del derecho de admisión, según informa la agencia Servimedia.

Un nuevo caso

Irene Muñoz Álvarez, una estudiante de 17 años, ha denunciado en la comisaría de policía de Buenavista a tres empleados de la discoteca Jácara, de Madrid, por presuntos malos tratos y lesiones. La denunciante afirma que sobre las diez de la noche del pasado día 16 una empleada del establecimiento la tiró al suelo y le propinó patadas, al tiempo que la insultaba. Según Irene Muñoz, dos vigilantes de seguridad protegieron la actuación de la empleada. El certificado médico que se adjuntó a la denuncia precisa que la joven presentaba contusiones múltiples en la espalda, un hematoma en la cabeza y erosiones en el cuello. El propietario de la discoteca Jácara, Pablo Segundo, rechazó ayer que se hubiera producido algún tipo de agresión. Segundo precisó que la empleada del local se limitó a llamar la atención a la joven porque había puesto los pies sobre una mesa, y que su advertencia fue contestada con insultos. El responsable de Jácara afirmó que no se registraron riñas ni en la discoteca ni en sus alrededores.

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