ETA liberó a Villoslada cerca de Pamplona

El empresario navarro Adolfo Villoslada, de 48 años, fue liberado anoche por la organización terrorista ETA Militar en un descampado del término municipal de Esquíroz, localidad próxima a Pamplona, según indicaron los propios secuestradores al industrial pamplonés. Villoslada fue liberado cuando se cumplían 84 días desde su captura, ocurrida al mediodía del pasado 24 de noviembre. El empresario, que ha estado encerrado en un cubículo subterráneo de 1,70 metros de longitud, luce una espesa barba y está algo más delgado que antes del secuestro. El delegado del Gobierno en Navarra, Jesús García V...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El empresario navarro Adolfo Villoslada, de 48 años, fue liberado anoche por la organización terrorista ETA Militar en un descampado del término municipal de Esquíroz, localidad próxima a Pamplona, según indicaron los propios secuestradores al industrial pamplonés. Villoslada fue liberado cuando se cumplían 84 días desde su captura, ocurrida al mediodía del pasado 24 de noviembre. El empresario, que ha estado encerrado en un cubículo subterráneo de 1,70 metros de longitud, luce una espesa barba y está algo más delgado que antes del secuestro. El delegado del Gobierno en Navarra, Jesús García Villoslada, expresó ayer, tras visitar el domicilio del liberado, su "gran preocupación" por haberse pagado el rescate.

Más información

Según declaró Villoslada en su domicilio, sus captores lo habían trasladado esa misma noche en un vehículo durante unos 90 minutos, atado de pies y mano con esparadrapo, y le habían colocado unos auriculares con música a todo volumen.Villoslada explicó que una vez liberado se acercó a un vehículo ocupado por una pareja de novios. "Soy el secuestrado", les dijo. Los jóvenes le preguntaron: "¿Y cómo sabemos que eres Villoslada?". El industrial navarro le mostró entonces su DNI. "Ahora sí, porque si llega a ser por las pintas, imposible", dijeron los jóvenes.

A las 22.15, el empresario, acompañado por ambos jóvenes, se acercó caminando hasta su domicilio de la calle del Monasterio de Tulebras, número 1, del barrio de San Juan.

Cuando el abojado y portavoz de la familia, Angel Ruiz de Erenchun, se encontraba hablan do por teléfono con Cipriano, hermano del secuestrado, oyó un timbrazo al otro lado del auricular. Alguien gritó: "Adolfo, es Adolfo. Está aquí". Y Cripiano Villoslada cortó la comunicación tras decir: "Mi hermano está aquí, está libre. Ven enseguida".

El empresario posó durante unos breves instantes en la puerta de su domicilio para los fotógrafos. Apareció tranquilo e incluso cogió en sus brazos a su hija pequeña. Porteriormente, y tras permanecer algún tiempo en su domicilio, el empresario bajó a la calle para saludar a un grupo de personas allí congregadas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Tengo mucha alegría, como os podéis imaginar. Hablaba mucho con mis secuestradores, que generalmente eran dos, aunque hablábamos de lo que a ellos les apetecía, de su política".

El delegado del Gobierno en Navarra, Jesús García Villoslada, permaneció 10 minutos en el domicilio del empresario. A su salida manifestó a los periodistas que no podía ocultar su "gran preocupación, ya que si Villoslada está en la calle es porque ha pagado dinero, y todos sabemos para qué sirve ese dinero".

Ruiz de Erenchun señaló, tras hablar con el industrial, que ETA lo mantuvo secuestrado en una habitación de 1,70 metros de longitud. Los miembros del comando dieron a Villoslada un saco de dormir, una silla y algunos libros.

Ayer, cuando ya había anochecido, los miembros de la organización terrorista le dejaron en un campo de hierba vistiendo el mismo traje que llevaba al mediodía del pasado 24 de noviembre, cuando fue secuestrado en el garaje de su domicilio. Villoslada recorrió el monte vistiendo un traje oscuro, camisa a rayas y corbata a juego. Durante su secuestro, los miembros de ETA le daban ropa interior a menudo para que se cambiara.

En el domicilio familiar de los Villoslada se respiró ayer un ambiente de alegría y emoción contenidas. Adolfo entró en su casa y repitió varias veces, mientras avanzaba y besada, con lágrimas en los ojos, a sus hermanos, hijos y a su mujer, Natalia Pinto: "Me han tratado bien, me han tratado bien. Estaos tranquilos".

El abogado de la familia declaró que le había causado cierto sorpresa la rapidez con que ETA ha liberado al empresario. Ruiz de Erenchun no desmintió días atrás la información de un periódico navarro en la que se indicó que la liberación de Villoslada sería inminente, una vez pagado el rescate exigido por ETA Militar.

Archivado En