Cartas al director

El debate que no cesa

Mi más sincera felicitación al señor Solana (don Luis) por el magnífico trabajo realizado por sus colaboradores de la televisión estatal (TVE-1) en el reportaje Tensión en el Congreso, emitido el sábado 3 de febrero en el programa Informe semanal.Después de ver en su totalidad el debate parlamentario del día 30 de enero, emitido por Telemadrid, estaba convencido de que el señor Guerra (don Alfonso) era cínico, hipócrita, mentiroso y culpable. Después de ver el resumen informativo del debate parlamentario emitido por TVE-1, en el programa Informe semanal del día 3 de...

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Mi más sincera felicitación al señor Solana (don Luis) por el magnífico trabajo realizado por sus colaboradores de la televisión estatal (TVE-1) en el reportaje Tensión en el Congreso, emitido el sábado 3 de febrero en el programa Informe semanal.Después de ver en su totalidad el debate parlamentario del día 30 de enero, emitido por Telemadrid, estaba convencido de que el señor Guerra (don Alfonso) era cínico, hipócrita, mentiroso y culpable. Después de ver el resumen informativo del debate parlamentario emitido por TVE-1, en el programa Informe semanal del día 3 de febrero, tenía la sensación de que el señor Guerra (don Alfonso) era honesto, sincero, veraz e inocente.-

Entre la Prensa hablada, escrita y vista, amén de las declaraciones de los principales líderes políticos, en lo que se refiere al tráfico de influencias, a los ciudadanos de a pie nos parece que estamos al borde de la guerra civil; también debe haber otras noticias tanto o más interesantes, pero los encargados de la información arrean con lo primero que encuentran a mano y lo soban y resoban hasta sacar lo brillo. Ahora le ha tocado el turno al señor Guerra; otras veces son políticos de otro signo; da igual.

Menos mal que entre tanta turbamulta de informadores y líderes carentes de imaginación se alza alguna voz atinada y sensata que intenta dejar las cosas en su sitio; éste es el caso de la columnista Maruja Torres (EL PAÍS, 3 de febrero de 1990): en tan poco espacio no deja títere con cabeza, pero con brillantez sensata y sin meternos en un puño. No se trata de romper una lanza a favor de nadie, y menos de algún político, sólo a favor de la equidad y de ese punto medio, veraz y eficaz que parece ha perdido nuestra clase política y periodística y que ha cambiado por el sensacionalismo y el tremendismo.- Alonso Domínguez. Villanueva del Campo, Zamora.

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