Continuos ataques

Algunos sí son capaces de atinar a oír, ver y comprender. En relación a los países del Este , quedará el testimonio de las ejemplares crónicas de, entre otros, Hermann Terstch, que ha seguido lúcidamente la actualidad de estos países durante los últimos años.Me gustaría que los lectores de EL PAÍS supieran además otro dato. Durante la etapa que ha precedido a la caída del Gobierno comunista de Checoslovaquia y al nombramiento de Havel como presidente de la República, las autoridades checoslovacas tenían sólo una queja en sus relaciones vergonzosamente excelentes con la nueva España democrática...

Algunos sí son capaces de atinar a oír, ver y comprender. En relación a los países del Este , quedará el testimonio de las ejemplares crónicas de, entre otros, Hermann Terstch, que ha seguido lúcidamente la actualidad de estos países durante los últimos años.Me gustaría que los lectores de EL PAÍS supieran además otro dato. Durante la etapa que ha precedido a la caída del Gobierno comunista de Checoslovaquia y al nombramiento de Havel como presidente de la República, las autoridades checoslovacas tenían sólo una queja en sus relaciones vergonzosamente excelentes con la nueva España democrática. Esta queja se centraba en "los continuos ataques que sufrían desde EL PAÍS". Especialmente doloroso fue que desde la página editorial se calificase, acertadamente, a Bilak de "Quisling checoslovaco". Así es que este tema se planteó repetidas veces en las conversaciones oficiales y, de hecho, EL PAÍS era confiscado por los censores antes de que llegase a manos de los exiliados españoles en Praga.- antiguo funcionario de la Embajada española en Praga.