Hungría y el Vaticano restablecen relaciones diplomáticas, rotas en 1945

El primer ministro húngaro, Miklos Nemeth, y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Agostino Casaroli, firmaron ayer en Budapest un acuerdo para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Hungría y el Vaticano, rotas en 1945 tras la entrada de las tropas soviéticas en Budapest y la expulsión del Nuncio Apostólico.

El acuerdo acaba con medio siglo de persecución a la Iglesia y convierte al país magiar en el segundo en Europa del Este, después de Polonia, en reanudar las relaciones diplomáticas con el Vaticano. El documento firmado sustituye un concordato parcial esta...

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El primer ministro húngaro, Miklos Nemeth, y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Agostino Casaroli, firmaron ayer en Budapest un acuerdo para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Hungría y el Vaticano, rotas en 1945 tras la entrada de las tropas soviéticas en Budapest y la expulsión del Nuncio Apostólico.

El acuerdo acaba con medio siglo de persecución a la Iglesia y convierte al país magiar en el segundo en Europa del Este, después de Polonia, en reanudar las relaciones diplomáticas con el Vaticano. El documento firmado sustituye un concordato parcial establecido entre ambos Estados en 1964.El cardenal Casaroli anunció también que los próximos países con los que el Vaticano restablecerá relaciones diplomáticas serán Checoslovaquia y la Unión Soviética. El papa Juan Pablo II visitará Praga los próximos 21 y 22 de abril y se espera que para esa fecha ya se haya nombrado un Nuncio en la capital checoslovaca. Para el acto de reconciliación llegaron el miércoles a Hungría -donde un 70% de la población son católicos apostólicos romanos- una misión de la Santa Sede, encabezada por el cardenal Casaroli y el Nuncio especial, Francesco Colasuonno.

Jurídicamente ya se habían cumplido las condiciones de la Santa Sede para reanudar lazos diplomáticos cuando se aprobó la semana pasada en Budapest una nueva ley sobre conciencia y libertad religiosa, con 304 votos a favor, uno en contra y 11 abstenciones. En la ley se abolió la intromisión del Estado en asuntos eclesiásticos, se reconoce el credo individual y se otorgan libertad y garantías a colegios confesionales.

Subsidio especial

Según informó Barna Sarkadi Nagy, secretario del Parlamento húngaro para Asuntos Religiosos, desde septiembre próximo comenzarán a funcionar varios institutos administrados por órdenes religiosas, que recibirán además un subsidio especial que ya fue aprobado por el ministro de Finanzas. Entre 1950 y 1958 fueron prohibidas la educación y las órdenes religiosas, censuradas sus publicaciones y expropiados terrenos y bienes del clero. Antes de la gran represión existían en Hungría 62 órdenes religiosas, y durante estos 40 años sólo subsistieron los pieristas, benedictinos, franciscanos y las hermanas de Szegedee. Desde hace un año hasta la fecha, se han reorganizado 58 órdenes, formadas por religiosos húngaros y otros misioneros extranjeros, que han dado nueva vida a un clero que era cada vez más escaso, y que estaba envejecido y cansado con su limitado lugar en el comunismo.Para la Santa Sede también era requisito primordial para restablecer las relaciones con Hungría la rehabilitación total del desaparecido cardenal Jozsef Mindzsenty, víctima del estalinismo y condenado a pena de muerte en 1949, que luego le fue rebajada a prisión perpetua. Mindzsenty fue acusado de alta traición por su lucha para conservar la autonomía de la Iglesia. Después de ocho años en la cárcel, Midrizsenty fue liberado en 1956.

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