Borrasca y aire frío en altura

La existencia de una borrasca y de una masa de aire frío en altura ha originado en los últimos días una gran inestabilidad atmosférica, con fuertes precipitaciones en Andalucía, que han sido más intensas en Málaga debido a su especial situación orográfica.Con respecto a la situación meteorológica cabe destacar la presencia, desde mediados de mes, de una profunda borrasca al suroeste del cabo de San Vicente, con una circulación del Suroeste que favorecía la entrada de aire húmedo y relativamente templado del sur del Atlántico. Esta borrasca ha oscilado su posición, subiendo a lo largo de la cos...

La existencia de una borrasca y de una masa de aire frío en altura ha originado en los últimos días una gran inestabilidad atmosférica, con fuertes precipitaciones en Andalucía, que han sido más intensas en Málaga debido a su especial situación orográfica.Con respecto a la situación meteorológica cabe destacar la presencia, desde mediados de mes, de una profunda borrasca al suroeste del cabo de San Vicente, con una circulación del Suroeste que favorecía la entrada de aire húmedo y relativamente templado del sur del Atlántico. Esta borrasca ha oscilado su posición, subiendo a lo largo de la costa portuguesa y coincidiendo con mejorías transitorias en el suroeste de España. A esto hay que unir la presencia de aire frío en altura, que afectaba a gran parte de la Península y, lógicamente, no se podría definir como gota fría.

Si unimos estas dos causas se produce una gran inestabilidad atmosférica que desencadena precipitaciones muy irregulares. Málaga tiene una situación especial al estar ubicada al sur del Sistema Penibético y rodeada de los montes de Málaga, al Este, el Torcal de Antequera al Norte, la serranía de Ronda al Noroeste y al Oeste, y la sierra de Mijas al Suroeste. Esta última y los montes de Málaga fianquean un estrecho pasillo litoral por donde desembocan el Guadalhorce y el Guadalmedina. Estos dos ríos recogen el agua de gran parte de estas montañas. En situaciones semejantes a la de días pasados, esa zona montañosa sirve como barrera de los vientos del Sur y Suroeste, produciendo un estancamiento de niabes y la formación de fuertes tormentas y abundantes lluvias. Esas aguas son recogidas por estos dos ríos y provocan las lógicas crecidas y posteriores inundaciones.

Las previsiones apuntan a una mejoría en toda esa zona y se espera que, una vez desaparecida la borrasca, la situación se estabilice.