Tribuna:

Precios apetecibles

El efecto de la balanza comercial adornó las ganas de comprar a unos precios ahora realmente apetecibles. Balanza por partida doble porque, con una cierta euforia contenida, los tomadores seguían tanto la senda de las exportaciones españolas como la mejora del déficit comercial norteamericano. En realidad, fue sólo un pretexto, ya que en los cierres del jueves el dinero había apuntado posiciones en espera de que los datos macroeconómicos le dieran entrada en el mercado. Los bolsistas se mueven por compulsiones tácitas que son previsibles en ocasiones. Llegó el esperado repunte, para casi todos...

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El efecto de la balanza comercial adornó las ganas de comprar a unos precios ahora realmente apetecibles. Balanza por partida doble porque, con una cierta euforia contenida, los tomadores seguían tanto la senda de las exportaciones españolas como la mejora del déficit comercial norteamericano. En realidad, fue sólo un pretexto, ya que en los cierres del jueves el dinero había apuntado posiciones en espera de que los datos macroeconómicos le dieran entrada en el mercado. Los bolsistas se mueven por compulsiones tácitas que son previsibles en ocasiones. Llegó el esperado repunte, para casi todos a excepción de los bancos, ya que las instituciones dejan flotar sus propios valores.

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