RELIGIÓN

Riesgo de escisión entre los anglicanos si se admite el sacerdocio de las mujeres

Más de 1.000 clérigos tradicionalistas anglicanos se han constituido en grupo de presión para combatir la ordenación de mujeres sacerdotes. La nueva asociación, autodenominada Coste de Conciencia, ha hecho un llamamiento, con alusiones a Napoleón, para resistir la invasión enemiga y amenaza con crear una Iglesia en la sombra.

El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra discute de nuevo, la próxima semana, la legislación aprobada hace 16 meses encaminada a la eventual ordenación de mujeres sacerdotes. Ya entonces, la medida fue recibida con desagrado por una parte del sínodo (especie d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Más de 1.000 clérigos tradicionalistas anglicanos se han constituido en grupo de presión para combatir la ordenación de mujeres sacerdotes. La nueva asociación, autodenominada Coste de Conciencia, ha hecho un llamamiento, con alusiones a Napoleón, para resistir la invasión enemiga y amenaza con crear una Iglesia en la sombra.

El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra discute de nuevo, la próxima semana, la legislación aprobada hace 16 meses encaminada a la eventual ordenación de mujeres sacerdotes. Ya entonces, la medida fue recibida con desagrado por una parte del sínodo (especie de Parlamento eclesial, dividido en tres tercios: obispos, sacerdotes y laicos), y en vísperas de la reunión, esa oposición se ha organizado en un grupo de presión dirigido por Graham Leonard, el obispo de Londres."Hacemos frente a una invasión aquí y ahora", ha dicho Leonard en la asamblea constitutiva de Coste de Conciencia, a la que ha urgido a seguir el ejemplo del párroco que ocupaba en 1796 la parroquia en la que él tuvo su primer destino, quien preparó a los fieles para resistir la invasión de Napoleón.

Coste de Conciencia se opone frontalmente a la ordenación de mujeres por considerar que ello traiciona el espíritu de la Iglesia y crea divisiones en la propia Iglesia de Inglaterra y más problemas a las discusiones sobre una hipotética unión entre ésta y la Iglesia católica.

Los tradicionalistas representan alrededor de la décima parte de la Iglesia de Inglaterra, y han insinuado que si la ordenación se aprueba -lo que se da por hecho en la semana entrante, primera de un largo y complejo proceso que no estará concluido antes de 1992- podrían verse obligados a constituir una "Iglesia dentro de la Iglesia", integrada por los obispos, sacerdotes y parroquias que se niegan a reconocer a las mujeres sacerdotes.

"La Iglesia de Inglaterra va a acabar dividiéndose", dice Roger Reader, un sacerdote tradicionalista de 31 años. "Por lo que yo rezo, en lo que confío y por lo que trabajo es por la reunión de la cristiandad en torno a la Santa Sede".

Coste de Conciencia estima que la ordenación de mujeres es el inicio de un camino de degradación que concluye en liturgias feministas y en la reforma de la moralidad sexual.

Archivado En