Un mal cómputo de los votos en Roma dio dos escaños mas a los democristianos

El Ayuntamiento de Roma, tras haber dado los resultados definitivos de las elecciones municipales celebradas durante el domingo y la mañana del lunes pasado, reveló ayer que el ordenador que computa las elecciones, por motivos aún desconocidos, había acreditado a la Democracia Cristiana un 33% de los votos, cuando en realidad había obtenido sólo el 31%. Esto supone que, en lugar de los 29 escaños que le habían sido adjudicados, sólo ha obtenido 27. Por el contrario, el Partido Comunista Italiano (PCI) ha obtenido 23 escaños y no 22, como le habían sido asignados en un principio.La noticia...

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El Ayuntamiento de Roma, tras haber dado los resultados definitivos de las elecciones municipales celebradas durante el domingo y la mañana del lunes pasado, reveló ayer que el ordenador que computa las elecciones, por motivos aún desconocidos, había acreditado a la Democracia Cristiana un 33% de los votos, cuando en realidad había obtenido sólo el 31%. Esto supone que, en lugar de los 29 escaños que le habían sido adjudicados, sólo ha obtenido 27. Por el contrario, el Partido Comunista Italiano (PCI) ha obtenido 23 escaños y no 22, como le habían sido asignados en un principio.La noticia ha originado un terremoto entre las principales fuerzas políticas italianas y mucha sorpresa en la opinión pública. Las reacciones han sido muy duras. La Democracia Cristiana, para evitar que se pueda pensar que ha embrollado los resultados adjudicándose 45.000 votos más, ha pedido que se bloqueen los resultados ya dados y que se comprueben uno por uno los datos transmitidos por cada centro electoral.

Pero los comunistas, que están preparando un Libro Blanco sobre una serie de irregularidades que, según ellos, se han perpetrado en estas elecciones, han pedido el examen de papeleta por papeleta, mientras que los verdes han recurrido ya a la magistratura.

Es dificil prever lo que podrá pasar, ya que a todo esto se ha añadido el que ayer por la tarde se registraron nuevas anomalías en el ordenador, por lo que tuvieron que ser aplazados los resultados de los votos de preferencia en el momento en que aparecía el personaje más votado, que iba siendo el comunista Alfredo Reichlin.

El problema se ha agudizado, dada la tensión con la que se ha vivido esta campaña electoral, calificada de "salvaje" por el Partido Republicano, uno de los cinco que formaban el anterior Gobierno dimisionario de la capital, y que ya ha anunciado que no piensa entrar esta vez en el pentapartido. Las sospechas de posibles trampas han hecho pensar en las llevadas a cabo en la zona de Nápoles en las últimas elecciones, un caso aún en manos de la magistratura.

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