FASE DE CLASIFICACIÓN PARA EL MUNDIAL 90

¿Ahora qué?

Se clasificó España. Otra cosa, en un grupo nada complicado, hubiera significado un fracaso para el consumo interno y una sorpresa para los que observan desde el extranjero.La selección española prosigue con su admirable rutina tras haberse clasificado para todos los Mundiales y Eurocopas desde 1978, pero sigue confundiendo a la opinión internacional por su falta de impacto en las fases finales. Al margen de 1984, ha mantenido un anominato hasta en su propio Mundial de 1982.

Y eso que la afición mundial estima mucho a España. Durante las precampañas, las encuestas llevadas a cabo entre ...

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Se clasificó España. Otra cosa, en un grupo nada complicado, hubiera significado un fracaso para el consumo interno y una sorpresa para los que observan desde el extranjero.La selección española prosigue con su admirable rutina tras haberse clasificado para todos los Mundiales y Eurocopas desde 1978, pero sigue confundiendo a la opinión internacional por su falta de impacto en las fases finales. Al margen de 1984, ha mantenido un anominato hasta en su propio Mundial de 1982.

Y eso que la afición mundial estima mucho a España. Durante las precampañas, las encuestas llevadas a cabo entre jugadores, periodistas y técnicos invariablemente señalan a España entre los países favoritos. La selección ha respondido demasiadas veces con el voto en blanco.

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Esta vez la fase clasificatoria no ha sido ninguna excepción. Nadie discute que haya sido el mejor conjunto del grupo y con diferencia. Pero cada vez son menos los especialistas que quieren quemarse los dedos apostando por España en Italia. Quienes hace un par de temporadas colocaron a Michel y Butragueño en el podio continental les han relegado a un segundo plano tras vislumbrar que, detrás de los llamativos amagos y cintas, les puede faltar la casta de los campeones, el instinto asesino que se les supone a los ganadores.

De cara a Italia, habría que sopesar los partidos que ganó España con los que perdió. En Dublín, frente a un rival duro, agresivo y que forzaba el reglamento, los hombres clave respondieron arrugándose y quejándose de que aquello era el antifútbol.

En Italia pueden estar varias Irlandas. Los interrogantes internacionales sobre la selección española no se refieren a su nivel técnico sino a su capacidad de sobreponerse en partidos de guante negro. Ahora viene lo difícil.

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