Cartas al director

Quiero ser secretaria

Quiero ser secretaria particular de un magistrado del Tribunal Supremo, ya que me meterían a dedo y sin ningún tipo de pruebas objetivas, realizaría el trabajo en casita, cobraría más que un funcionario judicial de categoría equivalente porque me dedicaría en exclusiva, el trabajo gordo lo harían los tres secretarios judiciales que posee cada sala de justicia del Tribunal Supremo y los funcionarios de los cuerpos oficiales, auxiliares y agentes, transcribiría una media docena de sentencias a la semana (bien o mal hechas, eso no importa, ya que no se me exigiría ninguna cualificación), le haría...

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Quiero ser secretaria particular de un magistrado del Tribunal Supremo, ya que me meterían a dedo y sin ningún tipo de pruebas objetivas, realizaría el trabajo en casita, cobraría más que un funcionario judicial de categoría equivalente porque me dedicaría en exclusiva, el trabajo gordo lo harían los tres secretarios judiciales que posee cada sala de justicia del Tribunal Supremo y los funcionarios de los cuerpos oficiales, auxiliares y agentes, transcribiría una media docena de sentencias a la semana (bien o mal hechas, eso no importa, ya que no se me exigiría ninguna cualificación), le haría al magistrado sus escritos personales, como redacción de libros, copieteo ilegal de sentencias para las revistas jurídicas que los propios magistrados del Tribunal tienen montadas como un pingüe negocio, recomendaciones aquí y allá. Y es que los magistrados dicen ques son independientes, es decir, que pueden hacer lo que les dé la gana. Por eso yo quiero ser secretaria, particular de alguno de ellos, Pero, señor director, estoy afligido y muy frustrado porque no puedo serlo, ya que no procedo de Adán y Eva, sino del mono y, por tanto, no puedo ser amigo de sus familiares ni familiar de sus amigos; no soy de esa casta a la que tanto agradezco por sus servicios a la nación a la hora de acostarme. Tampoco puedo ser y vestirme como una ñoña niña bien (bien ñoña) del barrio de Salamanca o de la Castellana, entre otras cosas porque no he ensayado aquello de ¿...de parte de quién? y la repipi y cursi "...está reunido", o la surrealista frase que escuché a cierta secretaria: "...aquí estoy llevando esta nave". Y por si fuera poco, señor director, como soy ateo, no conozco la escenografía de la misa católica que se celebra en el Tribunal Supremo en la apertura del año judicial. Ya quisiera yo tener la suficiente inteligencia de esa gente que llaman conservadora, no sé si de fachadas, porque también los dicen fachas, aunque con lo inteligentes que son hay muchos que los llaman también socialistos. Si no, ¿de qué iba a estar yo en este mundo esperando a ser secretaria particular de un magistrado del Tribunal Supremo y eso?-

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