Grupos radicales quieren convertir la apertura de Montjuïc en un acto de afirmación independentista

Sectores del independentismo catalán más radical han adquirido varios miles de entradas -los organizadores creen que alrededor de 4,000- para asistir, el próximo día 8, a la ceremonia inaugural del reformado estadio olímpico de Montjuïc, que acogerá la Copa del Mundo de Atletismo. La campaña ha sido dirigida por miembros del Comité Olímpico Catalán (COC), cuyos dirigentes han efectuado un llamamiento a sus simpatizantes para que acudan en masa. La cúpula dirigente del Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COB) está profundamente preocupada por la mala imagen que puede ofrecer la organizaci...

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Sectores del independentismo catalán más radical han adquirido varios miles de entradas -los organizadores creen que alrededor de 4,000- para asistir, el próximo día 8, a la ceremonia inaugural del reformado estadio olímpico de Montjuïc, que acogerá la Copa del Mundo de Atletismo. La campaña ha sido dirigida por miembros del Comité Olímpico Catalán (COC), cuyos dirigentes han efectuado un llamamiento a sus simpatizantes para que acudan en masa. La cúpula dirigente del Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COB) está profundamente preocupada por la mala imagen que puede ofrecer la organización si hay incidentes. El plan de seguridad, según fuentes del Gobierno Civil de Barcelona, no se alterará.

El Comité Olímpico Catalán, que persigue la creación de un organismo que permita a Cataluña acudir como país independiente a los Juegos, ha distribuido octavillas entre sus afiliados, invitándoles a asistir al estadio de Montjuïc porque "será una oportunidad inmejorable para dar a conocer a nivel internacional la realidad nacional de Cataluña". El comunicado, que recuerda a sus simpatizantes la necesidad de que acudan al recinto con las camisetas que ha creado el organismo y con banderas catalanas, especifica incluso en los sectores del estadio en que deben de situarse los catalanistas, en función de las comarcas de las que procedan.El sistema de venta de entradas se efectuó a través de las 1.500 oficinas que la entidad bancaria La Caixa dispone por todo el país. La venta, como en cualquier espectáculo o acontecimiento deportivo, no era nominal y tampoco se imponía ningún límite para adquirir cantidades determinadas. De las 50.000 localidades que se han puesto a la venta, unas 4.000, las correspondientes a la tribuna superior, se agotaron rápidamente. El gerente de la Federación Española de Atletismo, Emilio Cea, reconoció que "nos causó sorpresa el hecho de que las entradas se vendieran con tanta celeridad a personas desvinculadas totalmente al mundo del atletismo".

"De todas formas, quienes han comprado paquetes importantes han sido empresas o entidades que evidentemente se han identificado", explicó otro portavoz federativo, quien insinuó la posibilidad que los miembros de los grupos independentistas, que habrán comprado los billetes en pequeñas cantidades, hayan podido ser indentificados gracias a la fórmula del cobro del importe de la entrada que se ha efectuado cargándolo a las cuentas corrientes.

El plan de seguridad, según fuentes del Gobierno Civil de Barcelona, no se modificará al querer dar al acto inaugural un trato idéntico al que recibirán los Juegos Olímpicos: "Va a ser como un ensayo general que permitirá comprobar el grado de eficacia de los mecanismos de seguridad previstos. El despliegue, que tiene en cuenta, lógicamente, las numerosas personalidades que van a asistir a la ceremonia., presididas por el Rey, va a ser el mismo".

Las líneas maestras del plan no fueron desveladas, aunque serán similares a las que reciben los estadios que acogen acontecimientos deportivos, prohibiendo la introducción en el recinto de objetos contundentes, como palos o cascos de bebida, e incluso de artículos pirotécnicos para impedir fuegos de artificio: "Quizá consigan introducir banderas, pero las meterán sin los mástiles", dijo el mismo portavoz. Tanto el responsable de la Federación de Atletismo como el del Gobierno Civil coincidieron en subrayar que una sociedad plural debe "aceptar que se escuchen gritos de queja y protesta ante acontecimientos que no sean de su agrado", afirmaron aludiendo a la imposibilidad de evitar la venta de entradas a los independentistas y a que muestren su oposición a los Juegos.

El COB, al margen

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, se encuentra profundamente preocupado por la imagen negativa de Barcelona, también dañada ante la amenaza de la celebración de las pruebas de hípica por el nuevo brote de peste equina en Andalucía.

El portavoz oficial del COB, Pedro Palacios, restó importancia a la repercusión negativa que sobre los JJ. OO de Barcelona pueda acarrear la presencia de los independentistas y subrayó, además, que el organismo olímpico cuenta con vinculaciones mínimas con la Copa del Mundo: "No tenemos ninguna relación ni en materia de financiación, ni en los aspectos técnicos, presupuestarios, ni tan siquiera en el área de seguridad. A nivel ejecutivo, nosotros quedamos al margen".

Palacios, quien llegó a afirmar que el COB, incluso, no tenía porque realizar ningún tipo de declaración, aseguró que cualquier expresión de rechazo a los Juegos no les supondrá ningún revés: "Desde luego, los del COC podrán, si les dejan, utilizar una pancarta, pero el efecto será nulo por que los telespectadores de Nueva Zelanda no entenderán nada".

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