Felipe González, en Doñana: "El poder nunca veranea del todo"

Felipe González descansa en el coto de Doñana, desde donde declaró el viernes a EL PAÍS que el poder nunca veranea del todo. El poder en vacaciones "no es muy diferente como sentimiento". "El agobio es distinto, pero estás pendiente de lo que pasa aunque hagas otra cosa. Es un problema de inevitabilidad. Te interese o no, va contigo". El jefe del Gobierno, que reflexiona este verano sobre dos cuestiones de máxima trascendencia (elecciones y televisiones privadas), está en pie antes de las ocho de la mañana. Duerme entre cinco y seis horas. "Bien, como un niño", precisa. Y añade. "Tengo una sal...

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Felipe González descansa en el coto de Doñana, desde donde declaró el viernes a EL PAÍS que el poder nunca veranea del todo. El poder en vacaciones "no es muy diferente como sentimiento". "El agobio es distinto, pero estás pendiente de lo que pasa aunque hagas otra cosa. Es un problema de inevitabilidad. Te interese o no, va contigo". El jefe del Gobierno, que reflexiona este verano sobre dos cuestiones de máxima trascendencia (elecciones y televisiones privadas), está en pie antes de las ocho de la mañana. Duerme entre cinco y seis horas. "Bien, como un niño", precisa. Y añade. "Tengo una salud ofensiva". Desayuna tostadas con aceite, "paseo por el campo". Es también algo alérgico a la playa. "Yo soy poco de baños". Pero algunos días sí se adentra en el mar, en barca, para practicar la pesca. Es capaz de cocinar sus propias capturas. "Lo que yo hago es cocina sofisticada", declara, "como barbos a la sal y pescados al horno". Escucha Felipe González la radio para informarse, pero no despliega los periódicos, sino que recibe un resumen de prensa.

Después de comer practica la siesta, que él llama "descanso". Y la lectura. Hasta ahora, "qué quiere que le diga, no he leído más que novelas policiacas, de la serie de Hammett y de Spencer". En los próximos días, promete, "le meteré mano al último Jünger". Para González, el campo de Doñana y esta "tranquilidad y vida sencilla" no le hacen envidiar otros veraneos posibles. "Para mí, esto es paradisiaco".

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