La acusada del triple crimen de Sainz de Baranda dice que la policía le ofreció droga

EL PAÍS, María de los Ángeles Carretero, acusada junto con su novio, ambos heroinómanos, del asesinato de tres ancianos -una empleada de hogar, tía de María Ángeles, y el matrimonio para el que trabajaba afirmó ayer en el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Provincial de Madrid que se atribuyó la autoría de los asesinatos a cambio de droga que te fue ofrecida por la policía.

María de los Ángeles y su novio Francisco Sánchez están acusados de matar a cuchilladas a la tía de la primera, Benita Carretero, y al matrimonio formado por William Gardner y María Amelia López, para ...

EL PAÍS, María de los Ángeles Carretero, acusada junto con su novio, ambos heroinómanos, del asesinato de tres ancianos -una empleada de hogar, tía de María Ángeles, y el matrimonio para el que trabajaba afirmó ayer en el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Provincial de Madrid que se atribuyó la autoría de los asesinatos a cambio de droga que te fue ofrecida por la policía.

María de los Ángeles y su novio Francisco Sánchez están acusados de matar a cuchilladas a la tía de la primera, Benita Carretero, y al matrimonio formado por William Gardner y María Amelia López, para los que la mujer trabajaba como empleada en su domicilio de la calle de Sainz de Baranda, de Madrid. Los hechos ocurrieron en enero de 1988.La fiscal solicita 70 años de cárcel para María de los Ángeles Carretero (28 por robo con homicidio y dos penas de 16 años por las otras muertes), mientras que para Francisco Sánchez pide 50 años de reclusión (26 por el robo con homicidio y dos de 12 años por los homicidios).

Francisco Sánchez, de 29 años, aseguró en el juicio que no recuerda lo ocurrido. Admitió que él y su novia habían ido a la calle Sainz de Baranda porque estaban con el síndrome de abstinencia y necesitaban dinero para droga, pero añadió que al llegar allí sufrió un ataque epiléptico y que sólo se enteró de lo ocurrido cuando se le pasó la dolencia.

María de los Ángeles Carretero, de 20 años, reconoció que conocía la casa y a sus dueños y que habían acudido a pedir dinero, pero se negó a contestar cualquier pregunta relacionada con los crímenes. Cada vez que se le preguntaba si llevaba un machete habitualmente, o sobre las muertes, la joven replicaba: "Prefiero no contestar'.

No maté a nadie

María de los Ángeles dijo que no mató a nadie, y que si declaró lo que declaró en la policía fue porque estaba con el síndrome de abstinencia y le ofrecieron droga para que confesase.

Carretero admitió que se llevaron joyas del domicilio de Sainz de Baranda, que vendieron parte de ellas y que con el dinero acudieron inmediatamente a comprar heroína, ya que ella consumía entre un gramo y gramo y medio desde que tenía 15 años.

Uno de los peritos que informaron en el juicio, ratificó que Francisco Sánchez es epiléptico, padece hepatitis, tiene anticuerpos del SIDA, y es un psicópata abúlico, lo que quiere decir que se deja influenciar poderosamente por su novia. Sobre María de los Angeles precisó que es una psicópata esquizoide y que la causa de su actuación pudo estar motivada en la reprimenda que les echó la tía de María de los Ángeles cuando acudieron a pedir dinero para la droga.