El Supremo de EE UU reconoce, con límites, el derecho a abortar

Algunas de las posibles barreras legales que los Estados podrán interponer serán el recorte de las ayudas económicas a las embarazadas que traten de interrumpir su gestación, la prohibición del uso de instalaciones médicas, personal y material sanitario públicos y la obligatoriedad de realizar un informe médico sobre la viabilidad del feto antes de la práctica del aborto.La decisión del alto tribunal ha sido estimada como negativa por las organizaciones proabortistas, mientras que las antiabortistas la han calificado como "un paso adelante".

El Supremo ha tenido que revisar la legislaci...

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Algunas de las posibles barreras legales que los Estados podrán interponer serán el recorte de las ayudas económicas a las embarazadas que traten de interrumpir su gestación, la prohibición del uso de instalaciones médicas, personal y material sanitario públicos y la obligatoriedad de realizar un informe médico sobre la viabilidad del feto antes de la práctica del aborto.La decisión del alto tribunal ha sido estimada como negativa por las organizaciones proabortistas, mientras que las antiabortistas la han calificado como "un paso adelante".

El Supremo ha tenido que revisar la legislación, al haber sido aprobada en Misuri una ley según la cual se acepta como válida la premisa de que la vida da comienzo en el "momento exacto de la concepción". El Supremo ha aceptado la revisión de tres nuevos casos de abortos, procedentes de Illinois, Ohio y Minnesota, donde se volverá a discutir sobre el límite del derecho de la mujer a abortar.La única mujer del Supremo, Sandra Day O'Connor, votó a favor de que la sentencia de 1973 se mantuviera, a pesar de haber proclamado que consideraba el aborto como una "aberración" y de estar en contra de algunas resoluciones de la sentencia. Su voto fue decisivo, porque cinco de los nueve magistrados votaron a favor de mantener la legíslación observada hasta ahora.George Bush, presidente de EE UU, anunció ayer, a través de uno de los miembros de su equipo, que había recibido la sentencia sobre el aborto con alegría, porque con su decisión "el Tribunal Supremo ha comenzado a restaurar la posibilidad de proteger a los nonatos".

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