Susuke Uno, sometido a examen en las municipales de Tokio
Nueve millones de electores fueron convocados ayer a las urnas en la ciudad de Tokio en unas elecciones municipales que serán la primera prueba política que afrontará el nuevo primer ministro nipón, Susuke Uno, que se vio envuelto en escándalos sexuales con geishas y camareras apenas un mes después de su ascensión al poder.Un voto negativo de los electores de la capital japonesa reforzaría la posición de todos aquellos que desean el cese de Uno, elegido precisamente para intentar frenar la caída de los conservadores como consecuencia del escándalo Recruit.
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Nueve millones de electores fueron convocados ayer a las urnas en la ciudad de Tokio en unas elecciones municipales que serán la primera prueba política que afrontará el nuevo primer ministro nipón, Susuke Uno, que se vio envuelto en escándalos sexuales con geishas y camareras apenas un mes después de su ascensión al poder.Un voto negativo de los electores de la capital japonesa reforzaría la posición de todos aquellos que desean el cese de Uno, elegido precisamente para intentar frenar la caída de los conservadores como consecuencia del escándalo Recruit.
Las informaciones en torno a una próxima dimisión de Uno han acrecentado el temor en el Partido Liberal Demócrata (PLD) de una pérdida considerable de escaños en la asamblea municipal de Tokio, con 128 concejales. Los resultados se conocerán hoy y de ellos dependerá, según los expertos, el resultado de las elecciones al Senado del próximo 23 de julio.