Cartas al director

Leyes a rajatabla para los jóvenes

Soy un chico de 14 años, estudiante de 8º de EGB, que el pasado mes de mayo me encontraba pasando el puente del Corpus con mi familia en un pueblo de la Vera (Cáceres). Cuando estaba practicando la pesca de truchas en compañía de un amigo en una garganta próxima al pueblo, fuimos requeridos por una pareja de la Guardia Civil para que mostráramos nuestras licencias y las capturas logradas. Así lo hicimos, y uno de los agentes me dijo: "Esa trucha no da la talla".Yo contesté que sí tenía los 19 centímetros reglamentarios, pero el agente, sacando la cinta métrica, dijo que sólo tenía 18,5 y que, ...

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Soy un chico de 14 años, estudiante de 8º de EGB, que el pasado mes de mayo me encontraba pasando el puente del Corpus con mi familia en un pueblo de la Vera (Cáceres). Cuando estaba practicando la pesca de truchas en compañía de un amigo en una garganta próxima al pueblo, fuimos requeridos por una pareja de la Guardia Civil para que mostráramos nuestras licencias y las capturas logradas. Así lo hicimos, y uno de los agentes me dijo: "Esa trucha no da la talla".Yo contesté que sí tenía los 19 centímetros reglamentarios, pero el agente, sacando la cinta métrica, dijo que sólo tenía 18,5 y que, por tanto, era ilegal por medio centímetro, que nos denunciaría y, además, que en ese mismo momento nos decomisaba las cañas. Posteriormente, los guardias hablaron con mi padre y con los padres de mi amigo, proponiéndonos el cambio de las cañas decomisadas por otra peor que tuviéramos, cosa a la que mi padre accedió. Los mismos guardias comprendían que era una infracción demasiado leve para decomisar una caña valiosa y que lo que yo tenía que hacer era "no ser tan sincero y esconder las truchas que no daban la medida".

Yo intento ser sincero, y si me quedé con la trucha fue porque pensé que tenía 19 centímetros. Resulta que le faltaba medio. Me parece mal el acto de cambiar la caña por otra que no tuvo nada que ver con la pesca y toda la burocracia que envuelve este asunto, característico de cómo se aplican las leyes a los ciudadanos de base de este país. Creo que lo que de verdad molestó a los guardias fue que nos comportáramos con dignidad, sin hacer la pelota y exigiendo que ellos nos trataran con respeto aunque fuéramos jóvenes.-

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