Baja afluencia de votantes en Dinamarca
Aproximadamente 3.900.000 daneses estaban habilitados para participar ayer en la elección de 16 diputados al Parlamento Europeo de un total de 169 candidatos. Los locales de votación se abrieron a las 9.00 horas y se cerraron a las 20.00, y los resultados se conocerán el lunes.
La concurrencia a las urnas estuvo acorde con el poco interés despertado durante la campaña entre los electores y poco cambió ayer el aspecto de las principales ciudades del país. Estimaciones de los expertos calculan que el porcentaje de votantes oscilará entre un 40% a un 60%. El amplio margen del cálculo s...
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Aproximadamente 3.900.000 daneses estaban habilitados para participar ayer en la elección de 16 diputados al Parlamento Europeo de un total de 169 candidatos. Los locales de votación se abrieron a las 9.00 horas y se cerraron a las 20.00, y los resultados se conocerán el lunes.
La concurrencia a las urnas estuvo acorde con el poco interés despertado durante la campaña entre los electores y poco cambió ayer el aspecto de las principales ciudades del país. Estimaciones de los expertos calculan que el porcentaje de votantes oscilará entre un 40% a un 60%. El amplio margen del cálculo se debe a la inseguridad en cuanto a la participación electoral. En las elecciones similares de 1984 la participación fue del 52,4%. Esta vez además están habilitados para votar por primera vez 350.000 jóvenes cuyo comportamiento electoral es dificil de prever.
La baja afluencia de votantes perjudicará en primer lugar a los socialdemócratas, según opinión del experto Ole Tonsgaard, de la universidad de Arhus, opinión que es compartida por Steen Sauerberg, de la universidad de Copenhague. También se estima que el Partido Radical, el derechista Partido del Progreso y el Popular Cristiano, se verán perjudicados por una elevada abstención. Los electores tuvieron la opción de marcar su voto por un partido o por un candidato.
El hecho de que la elección en Dinamarca esté polarizada entre quienes consideran que la pertenencia del país a la CE es un asunto irreversible y quienes, tras dos plebiscitos adversos, mantienen la tesitura de que debe abandonarse la Comunidad, desdibuja las posibilidades de cálculos previos, ya que muchos miembros del partido votarán en contra de la directiva de éstos.
La apatía de la campaña ha tenido una excepción en el Movimiento Popular contra la CE, que con una tenacidad desconocida en cualquier otro país del organismo comunitario siguen sosteniendo que esa pertenencia pone en riesgo la soberanía, el medio ambiente, la identidad cultural, etcétera, de los daneses.