Tribuna:

Selectivo, pero animado

La depreciación de la peseta no ha caído mal en los mercados de valores, por cuanto puede suponer de aliciente para las empresas exportadoras y el capital extranjero. El arbitraje internacional ha actuado con celeridad sobre los valores que cotizan en Wall Street, aunque se ha mostrado selectivo y ha matizado sus apuestas. Los valores eléctricos reaccionaron bien ante esta presencia de dinero tal vez por la creencia de que está garantizado cierto nivel de precios, al menos para un par de sociedades. En los bancos, la única diferencia con sesiones anteriores está en que el esfuerzo ha hecho aum...

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La depreciación de la peseta no ha caído mal en los mercados de valores, por cuanto puede suponer de aliciente para las empresas exportadoras y el capital extranjero. El arbitraje internacional ha actuado con celeridad sobre los valores que cotizan en Wall Street, aunque se ha mostrado selectivo y ha matizado sus apuestas. Los valores eléctricos reaccionaron bien ante esta presencia de dinero tal vez por la creencia de que está garantizado cierto nivel de precios, al menos para un par de sociedades. En los bancos, la única diferencia con sesiones anteriores está en que el esfuerzo ha hecho aumentar el volumen negociado y en que el hasta ahora indicador de tendencia del grupo encuentra problemas para unirse a las subidas.El ambiente del mercado respondía al cierre del día anterior, manteniendo unos tanteos compradores tan selectivos como arriesgados ante la ausencia de una tendencia definida para las cotizaciones. El nivel del negocio ha vuelto a aumentar, y no sólo por el esfuerzo bancario, debido a que el papel esperaba a conocer las posiciones compradoras antes de cerrar cualquier operación en los corros. Las subidas del sector bancario se vieron enfriadas por el recorte del Popular, debido a algunas tomas de beneficios como medida precautoria ante la previsible cancelación de posiciones de los empleados al haber quedado liberados del compromiso de mantener las acciones compradas con créditos del banco durante cinco años. El cierre resultaba tan confuso como animado.

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