Cartas al director

Soñar con un piso

Llevo tres años casada, espero un hijo, mi marido y yo, ¡gracias a Dios!, trabajamos, pero nuestros sueldos nos dan para vivir al día, quiero decir ¡sin poder ahorrar un duro!Desde que nos casamos vivimos de alquiler, y desde entonces no hemos parado de mirar pisitos para comprarnos uno; mejor dicho, para hipotecarnos toda nuestra vida. Primero en Madrid: ¡imposible! Luego fuera de Madrid: ¡igual de imposible! El motivo de esta imposibilidad es la entrada que necesitas, la cual nos es imposible ahorrar, ya que todos los meses tenemos que pagar un alquiler que, dados los precios actuales...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Llevo tres años casada, espero un hijo, mi marido y yo, ¡gracias a Dios!, trabajamos, pero nuestros sueldos nos dan para vivir al día, quiero decir ¡sin poder ahorrar un duro!Desde que nos casamos vivimos de alquiler, y desde entonces no hemos parado de mirar pisitos para comprarnos uno; mejor dicho, para hipotecarnos toda nuestra vida. Primero en Madrid: ¡imposible! Luego fuera de Madrid: ¡igual de imposible! El motivo de esta imposibilidad es la entrada que necesitas, la cual nos es imposible ahorrar, ya que todos los meses tenemos que pagar un alquiler que, dados los precios actuales, lo podemos considerar barato: 59.000 pesetas más 7.000 de comunidad, por la zona de Tetuán y unos 55 metros, cuadrados, que no incluye ni agua, ni teléfono, ni gas, es decir, que mi sueldo, más unas 13.000 pesetas del sueldo de mi marido, está destinado a este alquiler y los gastos que genera.

Cuando llegue la hora de hacer la declaración, mi marido y yo tendremos que declarar todos nuestros ingresos, pero (¡y ahí está la injusticia!) no podremos declarar los gastos que supone el alquiler. O me toca la loto o en la vida ahorraremos lo suficiente para la dichosa entrada del piso...- María E. Román Úbeda

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En