Elecciones internas para definir al más probable futuro presidente uruguayo

El senador Jorge Battle, de 61 años, se perfilaba ayer como claro ganador de las elecciones internas del batllismo, la corriente interna más importante del gubernamental partido Colorado, para elegir candidato presidencial a las elecciones de noviembre. Cuando iban escrutados 8.000 votos, Batlle ganaba por una proporción de 5 a 3 a su competidor, el vicepresidente Enrique Tarigo, también de 61 años. Si esta tendencia se mantiene, Batlle, ahogado y periodista, será el candidato oficial y, muy probablemente, el próximo presidente uruguayo.

La elección del candidato batllista es algo más q...

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El senador Jorge Battle, de 61 años, se perfilaba ayer como claro ganador de las elecciones internas del batllismo, la corriente interna más importante del gubernamental partido Colorado, para elegir candidato presidencial a las elecciones de noviembre. Cuando iban escrutados 8.000 votos, Batlle ganaba por una proporción de 5 a 3 a su competidor, el vicepresidente Enrique Tarigo, también de 61 años. Si esta tendencia se mantiene, Batlle, ahogado y periodista, será el candidato oficial y, muy probablemente, el próximo presidente uruguayo.

La elección del candidato batllista es algo más que una lucha interna dentro del Partido Colorado. El batllismo es la corriente mayoritaria dentro del partido y los colorados han gobernado siempre en Uruguay, salvo ocho años entre 1959 y 1967 y el periodo de dictadura militar de 1976 a 1985. Por eso la elección del candidato batllista ayer para las presidenciales del 26 de noviembre equivale casi a un anticipo del futuro presidente de Uruguay.La elección de ayer (cuyos resultados finales no se conocerán hasta esta mañana, hora española) significó también una novedad insólita en la política uruguaya. El candidato no se designa en la convención interna del partido, sino en una elección teóricamente abierta a todos los ciudadanos. El vicepresidente Tarigo hubiera preferido una elección dentro de los gremios del partido, porque parece contar con el apoyo, más o menos tácito, del actual presidente Julio María Sanguinetti y del aparato gubernamental. El senador Batlle esperaba un mayor apoyo extrapartidario al abrir la elección prácticamente a toda la ciudadanía.

Esta curiosa forma de elegir candidato presidencial dejaba abierta la elección y los pronósticos sólo se atrevían a dar una ligera ventaja a Batlle. Los seguidores de Tarigo advirtieron que sólo podrían votar ayer los que firmaran una declaración de adhesión de fe ballista. Con esa medida Tarigo trataba de evitar que electores extrapartidarios y descontentos con la gestión, del actual Gobierno, en el que es vicepresidente, decidiesen la elección a favor de Batlle.

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