El Rey preside en Barcelona una revista naval en la que participaron 30 buques de países de la OTAN

El rey Juan Carlos presidió ayer en el litoral de Barcelona una revista naval en la que participaron un total de 30 barcos de guerra de 10 países de la OTAN, entre los que se encontraba el buque insignia de la VI Flota de Estados Unidos, el crucero lanzamisiles Belknap. El jefe del Estado pasó revista a las naves, ancladas frente al puerto de la capital catalana, a bordo de la fragata Victoria, de la Armada Española. La ceremonia militar, retransmitida en directo por TVE, fue seguida por escaso público desde la escollera del puerto y las playas cercanas.

La concentración naval fue organ...

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El rey Juan Carlos presidió ayer en el litoral de Barcelona una revista naval en la que participaron un total de 30 barcos de guerra de 10 países de la OTAN, entre los que se encontraba el buque insignia de la VI Flota de Estados Unidos, el crucero lanzamisiles Belknap. El jefe del Estado pasó revista a las naves, ancladas frente al puerto de la capital catalana, a bordo de la fragata Victoria, de la Armada Española. La ceremonia militar, retransmitida en directo por TVE, fue seguida por escaso público desde la escollera del puerto y las playas cercanas.

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La concentración naval fue organizada para dar un mayor relieve a la entrega de la bandera de combate al portaviones Príncipe de Asturias, ceremonia que protagonizará hoy la reina Sofía coincidiendo con el Día de las Fuerzas Armadas.Puntualmente, a las 11.30 de la mañana, bajo un espléndido sol que desmintió la mayoría de pronósticos meteorológicos, incluido el de la VI Flota, la fragata Victoria, con el rey Juan Carlos en su puente de mando, inició la revista. Veinte barcos de las marinas de guerra de España, Francia, Italia, Estados Unidos, República Federal de Alemania, Portugal, Holanda, Bélgica y Grecia, le recibieron con las- 21 salvas de ordenanza. Los buques se hallaban anclados en posición paralela al rompeolas del puerto y a la playa de la Barceloneta. Dispuestos en tres filas, estaban separados entre sí por unas 800 yardas (731 metros).

En la fragata Victoria acompañaban al jefe del Estado, la reina Sofía, el príncipe Felipe, las infantas Elena y Cristina, el padre del Rey, don Juan de Borbón; el ministro de Defensa, Narcís Serra; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, teniente general Gonzalo Puigcerver; el comndante jefe del Estado Mayor de la Armada, Fernando Nardiz, y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Les daba escolta la fragata Andalucía, en la que embarcaron otras autoridades.

El resto de navíos que participaron en la concentración naval permanecieron anclados en el interior del puerto. Un centenar de embarcaciones deportivas y derecreo siguieron de cerca el desarrollo de la ceremonia militar. Una de ellas se interpuso accidentalmente en la trayectoria de la fragata Victoria, lo que obligó a modificar el recorrido del buque en la última parte del acto.

Los primeros en pasar revista fueron el Príncipe de Asturias y el portaeronaves Dédalo. A continuación, saludaron al Rey las tripulaciones del crucero portaviones italiano Giuseppe Garibaldi, del portaviones francés Foch, y del Belknap, comandado por el vicealmirante J. D. Williams, jefe de la VI Flota estadounidense. Estos dos últimos buques han sido señalados por la organización ecologista Greenpeace como portadores habituales de armamento nuclear. El Ministerio de Defensa aseguró que este tipo de armas no estaría presente en la revista naval, extremo que los mandos del Belknap no quisieron confirmar ni desmentir.

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1888 y 1929

La parada naval es la segunda que se celebra este siglo en Barcelona. En 1929, con motivo de la Exposición Internacional, el rey Alfonso XIII, abuelo de don Juan Carlos, presidió un gran desfile naval. Anteriormente, en 1888, con motivo de la inauguración de la Exposición Universal, se celebró una ceremonia similar, a la que acudieron buques de los imperios ruso y austro-hungaro.

El acto de ayer también significó el regreso de la VI Flota estadounidense al puerto de Barcelona, del que estaba ausente desde que el 26 de diciembre de 1987 un marine muriera en un atentado aún no esclarecido contra una instalación de recreo norteamericana. Por la noche, los Reyes ofrecieron en el Palacio de Pedralbes una recepción a las autoridades catalanas y a los oficiales de los buques participantes en la revista.

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