Un riñón artifial y un respirador mantienen con vida a Ferdinand Marcos

El ex dictador filipino Ferdinand Marcos continuaba ayer en estado crítico, aunque los médicos que le atienden aseguran que está consciente. Conectado a un riñón artificial y a un respirador, Marcos, de 71 años, padece una infección generalizada, ha sufrido un fallo renal y le, abandonan las constantes vitales.Ingresado en el hospital de San Francisco de Honolulú, capital del archipiélago norteamericano de Hawai, el ex presidente fue operado de urgencia el jueves por la noche al complicársele su delicada salud con un fallo renal. Desde entonces está sometido a un tratamiento de hemodiálisis....

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El ex dictador filipino Ferdinand Marcos continuaba ayer en estado crítico, aunque los médicos que le atienden aseguran que está consciente. Conectado a un riñón artificial y a un respirador, Marcos, de 71 años, padece una infección generalizada, ha sufrido un fallo renal y le, abandonan las constantes vitales.Ingresado en el hospital de San Francisco de Honolulú, capital del archipiélago norteamericano de Hawai, el ex presidente fue operado de urgencia el jueves por la noche al complicársele su delicada salud con un fallo renal. Desde entonces está sometido a un tratamiento de hemodiálisis.

Gene Tiwariak, adjunto al administrador de esa clínica privada, afirmó que, dentro de la extrema gravedad, Marcos experimentó ayer una ligera mejoría y es capaz de comunicarse por señas con el equipo médico que le atiende en la unidad de cuidados intensivos. Sin embargo, Tiwanak dijo que esto no significa que se esté venciendo a la aguda crisis que padece, ya que no se han experimentado signos positivos, y no quiso aventurarse a hacer un pronóstico.

Además del respirador y del aparato de hemodiálisis que limpia su sangre, Marcos sigue un tratamiento para sus problemas cardiacos y toma antibióticos para frenar la infección generalizada que sufre y hacer descender la fiebre.

Un equipo de 12 médicos atiende al hombre que gobernó Filipinas de forma despótica durante 20 años, en nueve de los cuales estuvo implantada la ley marcial. Su esposa, Imelda, sigue pidiendo que se le deje volver a Filipinas a morir.

Según un informe del espionaje norteamericano aparecido en 1986, Marcos ya fue sometido a varios trasplantes de riñón, pero su cuerpo siempre rechazó los órganos.

El matrimonio Marcos tiene pendiente un proceso con la justicia norteamericana en el que se le acusa de haberse apropiado de 103 millones de dólares (12.000 millones de pesetas) del Tesoro filipino y de haber tomado prestados de forma fraudulenta 265 millones de dólares de bancos de Nueva York para comprar piezas de arte y propiedades inmobiliarias.

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