Cartas al director

Del idioma

Raros son los artículos (lo mismo las cartas) nacidos de la preocupación por el idioma; preocupación, quiero decir, no purista, sino la que incesantemente atizan la incuria y la desatención crecientes a las distinciones entrañadas en la lengua, que ella en el pensamiento facilita. Animador es, por ello, el preciso trabajo de Jorge Wagensberg -a quien lamento no conocer personalmente- aparecido en EL PAÍS el día 8 de este mes, y que me recuerda el dictum de Musil de que el estilo es la precisión. Sólo haría observar yo que la palabra falsar se ideó como exponente en castellano de ...

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Raros son los artículos (lo mismo las cartas) nacidos de la preocupación por el idioma; preocupación, quiero decir, no purista, sino la que incesantemente atizan la incuria y la desatención crecientes a las distinciones entrañadas en la lengua, que ella en el pensamiento facilita. Animador es, por ello, el preciso trabajo de Jorge Wagensberg -a quien lamento no conocer personalmente- aparecido en EL PAÍS el día 8 de este mes, y que me recuerda el dictum de Musil de que el estilo es la precisión. Sólo haría observar yo que la palabra falsar se ideó como exponente en castellano de la idea popperiana que tan exactamente expone Wagensberg al encontrarla con cierta frecuencia empleada en el medievo (en expresiones como allí vierais las corazas falsar): además de los lugares citados en la Lógica de la investigación científica (capítulo 1, párrafo 3), después he visto otros. muchos (entre ellos, si no recuerdo mal, en el Poema de Alfonso Onceno).

La "virginidad semántica" de que habla Wagensberg -lejano parece el juego del tresillo al dominio de la teoría de la ciencia- fue un factor que apoyaba su propuesta como término técnico.-

Barcelona.

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