Barajas, cercado por tierra

El intenso tráfico de la carretera de Barcelona podría hacer fracasar el plan de emergencia del Aeropuerto de Madrid

El atasco de todas las horas y de todos los días en ambos sentidos de la carretera de Barcelona haría casi imposible la evacuación de heridos en ambulancias en caso de que se produjera un grave accidente aéreo en el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Ésta es la única laguna que presenta el Plan de Emergencia del citado aeródromo, en el que está diseñada la forma de actuar lo más rápida, eficaz y ordenadamente posible en caso de que se produzca una catástrofe en la que se vean implicadas personas, aviones o las instalaciones, según el director provincial de Protección Civil de la Delegación del Gobi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El atasco de todas las horas y de todos los días en ambos sentidos de la carretera de Barcelona haría casi imposible la evacuación de heridos en ambulancias en caso de que se produjera un grave accidente aéreo en el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Ésta es la única laguna que presenta el Plan de Emergencia del citado aeródromo, en el que está diseñada la forma de actuar lo más rápida, eficaz y ordenadamente posible en caso de que se produzca una catástrofe en la que se vean implicadas personas, aviones o las instalaciones, según el director provincial de Protección Civil de la Delegación del Gobierno de Madrid. El objetivo del plan es salvar el mayor número de personas posibles y conseguir que la actividad del aeropuerto no se paralice.

Más información

El Plan de Emergencia del Aeropuerto de B araj as ocupa un voluminoso portafolios. En su interior se especifican todas las medidas a adoptar para reducir los efectos de cualquier emergencia posible: fuerzas que deberán movilizarse, qué puestos tendrán que ocupar y qué misiones deberán cumplir. "El objetivo fundamental del plan es salvar el mayor número de vidas y mantener el aeropuerto en funcionamiento", afirma Rafael Noja, director provincial de Protección Civil de la Delegación del Gobierno de Madrid.Durante el año pasado, pasaron por el aeropuerto de Barajas un total de 13.243.334 pasajeros (a razón de 36.283 diarios), lo que supone un incremento de casi dos millones y medio de viajeros respecto al año anterior. En cuanto a aparatos, en 1988 despegaron o aterrizaron en el citado aeródromo 128.650 aviones (más de 350 diarios), lo que supone que por Barajas pasaron 15.000 aeronaves más que en 1987. Estos datos son conocidos por los técnicos de Protección Civil que realizaron el Plan de Emergencia.

Colapso continuo

Sin embargo, el plan tiene una laguna, sólo una, cuya solución no depende de Protección Civil: el tráfico de la carretera de Barcelona, donde las retenciones y los atascos se reproducen a distintas horas del día. "Durante mucho tiempo, sería casi imposible evacuar a los heridos de una catástrofe aérea en el aeropuerto y sus alrededores, debido a las dificultades existentes en la vía de evacuación: la carretera de Barcelona. Es la vía más rápida de evacuación posible pero está colapsada en casi todos los momentos del día", afirma Noja.Esta dificultad ya se dejó sentir en 1983, cuando en el aeropuerto se produjo la segunda de las catastrofes aéreas de ese año: el choque entre el DC-9 de Aviaco y el Boeing 727 de Iberia en el que murieron 93 personas y sobrevivieron 42 personas con heridas de diversa consideración.

En aquella ocasión, la Guardia Civil tardó una hora y media en dejar libre un carril de la nacional II para que pudieran pasar las ambulancias. "Yo mismo tardé más de tres cuartos de hora en llegar al aeropuerto, a pesar de que llevaba sirena y luces de urgencia en mi coche", asegura Noja. En aquella ocasión algunos supervivientes aseguraron que tuvieron que esperar durante una media hora la llegada de las ambulancias. "Y eso fue hace seis años, cuando el parque automovilístico de Madrid era mucho menor", añade el director provincial de Protección Civil. El plan de emergencia establece dos zonas de actuación en cada una de las cuales el mando de las operaciones de salvameto correspondería a distintas personas. La denominada zona A, comprende básicamente las instalaciones y pistas de aterrizaje y despegue del aeropuerto, en la que el mando de las operaciones correría a cargo de las autoridades del aeródromo, que contarían con el apoyo de Protección Civil. En la zona E, todo el operativo estaría a cargo de la Delegación del Gobierno de Madrid. "Es imprescindible que haya un mando único de las operaciones para que la coordinación sea absoluta y no se produzcan los fallos que la dispersión del mando ha ocasionado en algunas ocasiones", dice Noja.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Esta zona E es la más conflictiva. En este área, comprendida, entre los cerros de la Mesilla, la Laguna, el Jardín y los términos municipales de Paracuellos del Jarama (no su cas co urbano) y San Fernando de Henares, se incluyen varias localidades madrileflas que podrían verse afectadas por una catástrofe aérea Son: Coslada (65.000 habitantes) y San Fernando (23.000 habitantes), y los barrios de Barajas y Canillas, cascos urbanos muy próximos al aeropuerto y en los que las consecuencias de un accidente serían incalculables.

Fuera de este área queda Mejorada del Campo, en cuyo término municipal se estrelló el 27 de noviembre de 1983 un Boeing 747 de Avianca. Murieron 181 personas y tan sólo sobrevivieron 11. "El piloto debió ver tan mal las cosas en el último momento que varió el rumbo del avión para no caer en Coslada o en San Fernando, donde las muertes se hubieran contado por miles", dice Noja.

Los tipos de emergencia contenidos en el plan son muchos, aunque fundamentalmente se dividen en dos grandes apartados: aquellos en los que se ven involucradas aeronaves, y en los que se ven afectadas las instalaciones del aeropuerto. Y dentro de estas dos divisiones se contemplan supuestos de amenazas de bombas en aviones en tierra o en vuelo, secuestros, sabotaje, bombas en instalaciones de tierra e incluso catástrofes naturales.

Amenaza de bomba

Uno de los supuestos más estudiados es el de una amenaza de bomba en un avión, sea en vuelo o en tierra. Frente a esta eventualidad, se prevé trasladar el aparato a una zona de aislamiento, alejada de cualquier instalación, pista o aparato y dejar el avión en cuarentena. Pero antes de ésto, los pasajeros serían evacuados con la mayor celeridad posible. "Se trata de alejar al aparato implicado en la emergencia de la zona de tránsito de aviones y personas", apostilla Rafael Noja."El plan se actualiza continuamente y se realizan simulacros de emergencia para que todo esté a punto y en orden en el caso de que la alarma sea real", asegura Noja, quien tiene en su mano la posibilidad de solicitar ayuda a todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, bomberos, ambulancias, personas particulares e incluso el Ejército en casos extremos. Una solicitud que, por otro lado, no puede ser desatendida en ningún caso. "Se puede sancionar muy duramente a aquellos que se nieguen a prestar la ayuda necesaria en caso de una catástrofe".

Sobre la firma

Archivado En