Canarias, los contrastes de un paraíso de servicios

WALTER OPPI El archipiélago canario es un paraíso lleno de contrastes. Tierra europea en el litoral de África, Canarias posee un soberbio clima templado que, sin embargo, se traduce en unas tierras a duras penas cultivables. Las humedades de La Laguna se compaginan mal con la sequedad de Lanzarote. Los agobios humanos de Las Palmas se oponen a la pérdida demográfica de la Gomera. El perenne solaz de centenares de miles de veraneantes coincide con una tasa de paro del 24,2% y un analfabetismo del 9%. Las colmenas de los centros turísticos no dejan ver las rudimentarias autoconstrucciones famili...

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WALTER OPPI El archipiélago canario es un paraíso lleno de contrastes. Tierra europea en el litoral de África, Canarias posee un soberbio clima templado que, sin embargo, se traduce en unas tierras a duras penas cultivables. Las humedades de La Laguna se compaginan mal con la sequedad de Lanzarote. Los agobios humanos de Las Palmas se oponen a la pérdida demográfica de la Gomera. El perenne solaz de centenares de miles de veraneantes coincide con una tasa de paro del 24,2% y un analfabetismo del 9%. Las colmenas de los centros turísticos no dejan ver las rudimentarias autoconstrucciones familiares que intentan paliar un déficit crónico de 16.000 viviendas. Canarias, en fin, es un paraíso rodeado de agua salada que tiene en el agua dulce su gran carencia.

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Centro turístico en invierno y en verano, Canarias es un paraíso de servicios. El 66% de la población activa se dedica a estos menesteres, que suponen más de las tres cuartas partes del valor añadido bruto (VAB) regional. Polo de atracción de inmigrantes, Canarias acogía en 1981 al 11% de los extranjeros residentes en España.El sector primario, a pesar de la importancia de las cosechas bananeras y de las potencialidades de la pesca, registra una paulatina pérdida de peso específico, que le ha llevado de ocupar a un 22% de la población en 1976, a un 11% en 1987. El mercado de trabajo se ha desplazado hacia el sector servicios, manteniéndose estable el sector industrial.

Las islas poseen comparativamente tres veces más autovías y carreteras de doble calzada que el resto de España, y superan ampliamente la tasa media de la Comunidad Europea, pero la comunidad autónoma deberá dedicar el 30% de su aportación al PDR canario a la articulación de una red de carreteras que integre el territorio y a remediar las importantes deficiencias que se registran en las áreas metropolitanas de Las Palmas de Gran Canaria v en Santa Cruz de Tenerife-La Laguna.

Un 30% del Programa de Inversiones Públicas Regional se dedicará a paliar los desajustes provocados por el desarrollo de la economía canaria: abastecimiento y saneamiento de agua, plan de aprovechamiento de residuos sólidos, sanidad y programas de medio ambiente.

La falta de agua es una de los problemas fundamentales del archipiélago. El 70% del agua existente se dedica a tareas agrícolas, el 25% a la población residente y el 5% a la población turística y la industria. La desalinización de aguas mediante potabilizadoras y la depuración de las aguas residuales, podrá paliar, en parte, el fuerte déficit de aguas que soportan las islas. Existe un Plan Regional para depurar las aguas residuales de las poblaciones y aprovecharlas en regadíos.

El Plan de Desarrollo Regional incidirá también en la educación, la formación profesional, los déficit de vivienda y energía, la recuperación de las áreas en declive y la incorporación de Lanzarote, Fuerteventura, la Palma y la Gomera al crecimiento económico.

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