Sufrir una mudanza

Ocurrió el día 15 de marzo, precisamente el Día del Consumidor. Unos familiares que viven en Madrid renovaron los electro domésticos de su cocina y deci dieron mandar el frigorífico viejo a una hermana que reside en Sevilla. Hablaron con una empresa de transportes, Mudanzas Merino, con domicilio social en Pilar de Zaragoza, 47, y el propio dueño, Francisco Merino, aceptó por teléfono hacer el trabajo "por 16.000 pesetas, más o menos". La destinataria comprobó que otras presas lo hacían mucho más barato, pero, para no romper el precompromiso adquirido, acepto el importe.¡Cuál no sería nuestra s...

Ocurrió el día 15 de marzo, precisamente el Día del Consumidor. Unos familiares que viven en Madrid renovaron los electro domésticos de su cocina y deci dieron mandar el frigorífico viejo a una hermana que reside en Sevilla. Hablaron con una empresa de transportes, Mudanzas Merino, con domicilio social en Pilar de Zaragoza, 47, y el propio dueño, Francisco Merino, aceptó por teléfono hacer el trabajo "por 16.000 pesetas, más o menos". La destinataria comprobó que otras presas lo hacían mucho más barato, pero, para no romper el precompromiso adquirido, acepto el importe.¡Cuál no sería nuestra sorpresa cuando nos enteramos de que, al ir a recoger el frigorífico, aprovec ha ido que en la casa se encontraba una anciana de 83 años, e hicieron firmar un papel del que no le dieron copia, en el que se aceptaba pagar por el trarisl orte la cantidad de 25.000 pesetas! Interpelado sobre esta anomalía, Merino recordó que había dicho 16.000 pesetas "más o menos", y que la tasación final había sido de 25.000 pesetas, a lo que- a`lora habría de añadir el IVA los gastos de almacenaje a razón de 1.500 pesetas / día.

Con la intervención de la Oficina municipal de Defensa del Consumidor de Moratalaz se logró rescatar el frigorífico, previo pago de 9.000 pesetas, por las que, Merino no entregó un recibo firmado, sino una tarjeta publicitaria , con la cifra al dorso. Espe rarrio: con ansiedad el resultado de la jaspección prometida por la mencionada oficina, porque precisamente el Día del Consumidor Merino se reía mucho.- María Luisa Aracil.