El derrumbamiento de Almacenes Arias fue "imprevisible", según dos técnicos
El derrumbamiento del edificio de los Almacenes Arias durante las tareas de extinción del incendio que se produjo el 4 de septiembre de 1987 -que costó la vida a diez bomberos-, fue "imprevisible", según reiteraron ayer ante el juez dos técnicos. El jefe de los servicios jurídicos municipales, Antonio Pedreira, confirmo ayer que el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Miguel Guerra Palacios, practicó una prueba pericial en la que declararon el presidente del Comité Técnico de Normalización de Seguridad Contra Incendios, José de la Gándara Uriarte, y el jefe del Servicio de I...
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El derrumbamiento del edificio de los Almacenes Arias durante las tareas de extinción del incendio que se produjo el 4 de septiembre de 1987 -que costó la vida a diez bomberos-, fue "imprevisible", según reiteraron ayer ante el juez dos técnicos. El jefe de los servicios jurídicos municipales, Antonio Pedreira, confirmo ayer que el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Miguel Guerra Palacios, practicó una prueba pericial en la que declararon el presidente del Comité Técnico de Normalización de Seguridad Contra Incendios, José de la Gándara Uriarte, y el jefe del Servicio de Incendios del Ayuntamiento de Zaragoza, Augusto García Hegarcit.Los dos técnicos ratificaron ante el juez sus anteriores informes periciales, en los que se aseguraba que el derrumbamiento del edificio fue imprevisible, y declararon que los restos de los Almacenes Arias, en la calle de la Montera, números 29 y 31, eran "perfectamente identificables porque sus estructuras eran radicalmente diferentes".
El letrado municipal Antonio Pedreira resaltó ayer que, en su opinión, el fiscal podría pedir el sobreseimiento de esta causa. Pedreira señaló que, a la vista las pruebas practicadas con posterioridad a los procesamientos, no se celebraría el juicio
En noviembre de 1987, el entonces titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Andrés Martínez Arrieta, procesó al ex jefe de los bomberos del Ayuntamiento José Pascual, como presunto autor de un delito de imprudencia temeraria y profesional con resultado de diez muertos. También procesó a los propietarios de los almacenes, Isidro y Federico Arias, como presuntos autores de un delito de imprudencia temeraria con resultado de daños en las cosas.