Aldo Gabrielli,

autor de un prestigioso Grande dizionario ilustrado della língua italíana, publicado por Mondadori, ha incurrido en las iras de un grupo de chicas estudiantes de Milán, que han escrito al diario Il Giorno protestando contra la obra. Las jóvenes piden que se corrija la voz "mujer", definida como "la hembra del hombre". La carta de las estudiantes afirma: "Estamos ya casi en el año 2000 y es absurdo pensar aún en la mujer como en una máquina reproductora subordinada al hombre. ¿Por qué en la voz 'hombre' no se dice, por ejemplo, que es 'el macho de la mujer', en vez de 'el m...

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autor de un prestigioso Grande dizionario ilustrado della língua italíana, publicado por Mondadori, ha incurrido en las iras de un grupo de chicas estudiantes de Milán, que han escrito al diario Il Giorno protestando contra la obra. Las jóvenes piden que se corrija la voz "mujer", definida como "la hembra del hombre". La carta de las estudiantes afirma: "Estamos ya casi en el año 2000 y es absurdo pensar aún en la mujer como en una máquina reproductora subordinada al hombre. ¿Por qué en la voz 'hombre' no se dice, por ejemplo, que es 'el macho de la mujer', en vez de 'el macho de la especie humana'?".

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