Unas botas tejanas con las banderas en la punta

Los Bush consiguieron ayer romper el protocolo e hicieron detener el vehículo negro oficial y blindado en la famosa plaza Tiananmen (la Puerta de la Paz Celestial), la mayor explanada del mundo, para acercarse hasta la entrada de la Ciudad Prohibida, en cuyo muro frontal todavía se haya enclavado un retrato de Mao Zedong, tal vez el único símbolo que todavía perdura en China del fallecido dirigente.Un grupo de unos 5.000 curiosos siguió los pasos del político norteamericano en su visita a la monumental plaza. En un momento dado, George Bush se acercó a un transeúnte y le saludó, insistiendo en...

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Los Bush consiguieron ayer romper el protocolo e hicieron detener el vehículo negro oficial y blindado en la famosa plaza Tiananmen (la Puerta de la Paz Celestial), la mayor explanada del mundo, para acercarse hasta la entrada de la Ciudad Prohibida, en cuyo muro frontal todavía se haya enclavado un retrato de Mao Zedong, tal vez el único símbolo que todavía perdura en China del fallecido dirigente.Un grupo de unos 5.000 curiosos siguió los pasos del político norteamericano en su visita a la monumental plaza. En un momento dado, George Bush se acercó a un transeúnte y le saludó, insistiendo en que ambos se habían conocido durante la pasada estancia de Bush en Pekín.

Entre tanto, miles de pequineses, indiferentes al hecho, circulaban tranquilamente en sus bicicletas por los alrededores de la inmensa plaza de regreso a casa tras su jornada de trabajo.

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La anécdota de la jornada estuvo sin duda en el inusual regalo que el presidente norteamericano se ha traído a Pekín para obsequiar a los máximos dirigentes chinos: varios pares de unas muy originales botas tejanas.

Se trata de botas negras tejanas en las que se ha dibujado en la parte delantera de una de ellas la bandera norteamericana, mientras que sobre la puntera de la otra figura la bandera china.

El primer ministro chino, Li Peng, se quedó un tanto desconcertado cuando Bush abrió la caja que contenía el regalo. Sólo acertó a decir: "Cuando vaya a Estados Unidos, tal vez lleve puestas estas botas... No es habitual en China ver botas con la bandera al frente". El presidente norteamericano, con cierto embarazo, acertó a decir que tampoco es habitual eso en su país.

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En contrapartida, el matrimonio Bush fue obsequiado con un regalo muy habitual en el país, dos estupendas bicicletas chinas, una verde y otra roja.

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