Liberado el ex primer ministro belga Van den Boeynants
El ex primer ministro belga Paul van den Boeynants fue liberado el lunes por la noche al cumplir se justamente un mes de su secuestro. "Soy V. D. B. ¿Puede llevarme a Bruselas?", dijo el político socialcristiano, conocido popularmente en Bélgica por las iniciales de su apellido, al chófer del taxi aparcado delante de la estación de ferrocarril de la ciudad de Tournai, que le condujo hasta la capital belga.
Junto con sus íntimos amigos y miembros de la fiscalía de Bruselas, V. D. B. aceptó, ya en su domicilio de Bruselas, recibir a una fotógrafa del diario valón ...
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El ex primer ministro belga Paul van den Boeynants fue liberado el lunes por la noche al cumplir se justamente un mes de su secuestro. "Soy V. D. B. ¿Puede llevarme a Bruselas?", dijo el político socialcristiano, conocido popularmente en Bélgica por las iniciales de su apellido, al chófer del taxi aparcado delante de la estación de ferrocarril de la ciudad de Tournai, que le condujo hasta la capital belga.
Junto con sus íntimos amigos y miembros de la fiscalía de Bruselas, V. D. B. aceptó, ya en su domicilio de Bruselas, recibir a una fotógrafa del diario valón La Nouvelle Gazette, que le encontró con gafas de sol y con las cortinas echadas porque, explicó, le molestaba la luz después de haber sido mantenido en la oscuridad durante su cautiverio. Con una barba de varios días y vestido con un pijama y una bata, V. D. B. parecía, según la joven, estar cansado, y había adelgazado.El hijo de la víctima, Christian, confirmó esta impresión ante la Prensa congregada en el portal del edificio, pero rehusó hacer cualquier precisión sobre el secuestro empezando por la cuantía del rescate pagado por la familia. El diario bruselense Le Soir la estimaba en unos 300 millones de pesetas, mientras la radio estatal francófona avanzaba la cifra de 450 millones. La fortuna del célebre político, que es hijo de un modesto carnicero, ha sido evaluada por la Prensa entre 3.000 y 6.000 millones de pesetas.
La fiscalía de Bruselas, que lleva a cabo la investigación, pone de relieve que el secuestro que ha conmocionado a Bélgica no tiene motivaciones políticas y todas las reivindicaciones de las supuestamente izquierdistas Brigadas Socialistas Revolucionarias, cuyas iniciales corresponden a las de una brigada policía, no eran mas que una cortina de humo para dificultar la labor de la policía.