Las subidas de tarífas "penalizarán" cada vez más a los viajeros que menos usan los transportes públicos

EL PAÍS, Quien menos viaja, más paga. Y cada vez más. Ésa es la conclusión de un informe sobre las tarifas del metro, del autobús y del ferrocarril de cercanías elaborado por el Consorcio de Transportes y que será debatido el jueves en la Asamblea de Madrid. Las subidas previstas en dos años, empezando por la del 1 de marzo, no afectarán al 30% de viajeros, que se inclina por el abono de transportes. Por contra, los sufridos usuarios de billete y bono de 10 viajes verán dispararse las tarifas hasta 75 y 500 pesetas, respectivamente. El consorcio pretende implantar en el mismo plazo un único tí...

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EL PAÍS, Quien menos viaja, más paga. Y cada vez más. Ésa es la conclusión de un informe sobre las tarifas del metro, del autobús y del ferrocarril de cercanías elaborado por el Consorcio de Transportes y que será debatido el jueves en la Asamblea de Madrid. Las subidas previstas en dos años, empezando por la del 1 de marzo, no afectarán al 30% de viajeros, que se inclina por el abono de transportes. Por contra, los sufridos usuarios de billete y bono de 10 viajes verán dispararse las tarifas hasta 75 y 500 pesetas, respectivamente. El consorcio pretende implantar en el mismo plazo un único título de viaje para todos los transportes.

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El 70% de los viajeros del metro y el 66% de los usuarios del autobús se inclina aún por el billete sencillo o por el bono de 10 viajes. Sobre ellos repercutirá la subida del 1 de marzo (de 60 a 65 pesetas el billete sencillo, de 370 a 410 pesetas el bonobús) y las propuestas inicialmente para los dos próximos años.Mientras tanto, los titulares del abono de transportes se quedan como están: pagando 3.000 pesetas al mes hasta que los billetes sencillos superen el listón de las 75 pesetas y los bonos de 10 viajes llegen a 500 pesetas. De esta forma, el abono comenzará a ser rentable a partir de los 40 viajes con billete sencillo (60 viajes si se toma como referencia el bonobús).

Esta propuesta será defendida a capa y espada por el consejero de Política Territorial, Eduardo Mangada, en su intervención el próximo jueves ante la Asamblea de Madrid. Los grupos de la oposición, que recibieron ayer el informe, ya plantearon sus primeras críticas con la subida de 10 pesetas del billete sencillo el año pasado.

La pregunta es: ¿cómo seguir aumentando el número de usuarios del transporte público?

El Consorcio apuesta por castigar a los viajeros ocasionales y conceder cada vez más privilegios a los titulares del abono de transportes: El objetivo es alcanzar una proporción entre el precio del billete sencillo y el del abono de transportes similar a la de otras ciudades europeas.

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Pero no faltan en la oposición voces que temen el efecto contrario: que el aumento del precio de los billetes sencillos (las tarifas se han duplicado en cinco años) acabe desviando viajeros hacia el vehículo privado.

El ajuste de las tarifas en los próximos años es un capítulo más de un conjunto de medidas con las que se: espera poner fin al secular divorcio entre los sistemas de transporte metropolitanos. El Consorcio confía en que tanto Renfe como la Empresa Municipal de Transportes (EMT) olviden las pasadas reticencias y apuesten por un sistema unificado similar al que funciona en la mayoría de las capitales europeas.

Uno de los primeros pasos será la implantación, dentro de un plazo aproximado de dos años, de un mismo tipo de billete y bono de 10 viajes válido para el autobús, el metro y el ferrocarril de cercanías. El sistema magnético que funciona en el metro y que se incorporará próximamente al tren de cercanías será el que se acabe imponiendo.

Mantener los ingresos

Con todas estas reformas, el Consorcio confía en mantener el mismo nivel de ingresos actual, suficiente para cubrir el 65% de los gastos de explotación.

El 35% del déficit de explotación del metro y del autobús se seguirá cubriendo de momento con subvenciones de la Administración central (50%), de la Comunidad de Madrid (30%) y del Ayuntamiento (20%).

El informe del Consorcio de Transportes recomienda mantener el nivel de cobertura e incluso elevarlo hasta el 70%, pero nunca rebajarlo a costa de una reducción de tarifas. Según el estudio, las subvenciones públicas se deben destinar a inversiones y no a enmascarar el agujero de ingresos que dejaría una rebaja en los precios.

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