El Banco de España mantiene la política monetaria para frenar el crecimiento

"Sólo una reducción del ritmo de crecimiento del gasto permite asegurar el mantenimiento de una velocidad de crucero suficiente para que el empleo siga aumentando", se señala en el último informe de coyuntura elaborado por el Banco de España, en el que se afirma que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá el 5% en 1988, y se apuntan como problemas a solucionar en el próximo año el recrudecimiento de las tensiones inflacionistas y el deterioro de la balanza por cuenta corriente. El Banco de España ha pedido a bancos y cajas que reduzcan el volumen de créditos como un arma más de su política mo...

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"Sólo una reducción del ritmo de crecimiento del gasto permite asegurar el mantenimiento de una velocidad de crucero suficiente para que el empleo siga aumentando", se señala en el último informe de coyuntura elaborado por el Banco de España, en el que se afirma que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá el 5% en 1988, y se apuntan como problemas a solucionar en el próximo año el recrudecimiento de las tensiones inflacionistas y el deterioro de la balanza por cuenta corriente. El Banco de España ha pedido a bancos y cajas que reduzcan el volumen de créditos como un arma más de su política monetaria.

El informe del Banco de España revisa al alza las previsiones de la Administración sobre crecimiento económico hasta situarlo en el 5% para este año, aunque, en palabras de Luis Ángel Rojo, "no se puede uno creer que se haya crecido sólo al 5% en este año a la luz de los datos de que se dispone en la actualidad", y establece que en 1989 "sólo los simples factores de inercia de la economía española sitúan su crecimiento por encima del 4%".Pero tanto el informe del banco emisor como las palabras del gobernador, Mariano Rubio, señalan los problemas que, a medio plazo, podrían dar al traste con el proceso de crecimiento de los tres últimos años, "el mayor de la CE", y que ha permitido "un espectacular aumento del empleo del 10% en España frente a tasas del 3% en la CE, 7% en Estados Unidos y 4% en Japón". Rubio señaló que "la economía española necesita mantener altas tasas de crecimiento económico porque necesita seguir creando empleo", y para ello es preciso "continuar la desaceleración de la inflación y cortar de golpe cualquier rebrote que se produzca".

En este sentido señaló que, junto a las subidas de tipos de interés, se ha hecho recientemente una recomendación a bancos y cajas de ahorro para que reduzcan sus actuales niveles de concesión de créditos como una de las medidas para intentar "conseguir enfriar la tensión del gasto como fórmula para mantener unas tasas elevadas de crecimiento [menores que las actuales] en un plazo de tiempo más dilatado". Esta recomendación se ha hecho sobre todo a las instituciones que se están especializando en créditos al consumo, "que ofrecen una elevada rentabilidad", como reconoció Mariano Rubio, pero que suponen añadir más leña a la ya recalentada economía española.

El informe del Banco de España señala que los dos problemas básicos de la economía se refieren al recrudecimiento de las tensiones inflacionistas y al deterioro de la balanza de pagos por cuenta corriente. Respecto al primero, y de cara al próximo año, se señala que "no cabe esperar una continuidad en los factores que han incidido positivamente en la evolución de los precios" hasta ahora y que los precios de importación tenderán a acelerarse como consecuencia de lo que está ocurriendo en otros países. Además, se afirma, "en 1989 ya no existirá la cobertura de los convenios bianuales", que en 1988 han permitido mantener anormalmente bajos los costes salariales al existir convenios vigentes pactados en 1987 con revisiones menores de las actuales.

Ampliar márgenes

El Banco de España considera además que la desviación sobre el objetivo de inflación en 1988 va a introducir mayores presiones para la revisión salarial del próximo ejercicio. Todo ello se agravará si sigue existiendo una fuerte demanda de productos, porque permitirá "nuevas ampliaciones de los márgenes empresariales", que ya han provocado tensiones en los precios en 1988.El déficit por cuenta corriente, equivalente a un punto del PIB en 1988, aumentará hasta el 2% este año a pesar del mejor comportamiento de las exportaciones y a que se espera que sigan desacelerándose las importaciones.

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