La RDA se distancia de la actitud crítica soviética en el 'doping'

"La República Democrática Alemana está en contra de todo tipo de doping", señaló Klaus Eichier, presidente de la Unión Alemana de Deportes y Gimnasia (DTSB), en la segunda conferencia de ministros de Deportes que se celebra en Moscú. El máximo responsable deportivo de la RDA no hizo referencia alguna, sin embargo, a casos propios de doping como dos días antes su colega soviético, Marat Gramov. La RDA no sigue la postura progresista y crítica, también en deporte, de la URSS.

La URSS ganó 132 medallas en los últimos Juegos, 55 de oro, 31 de plata y 46 de bronce. La RDA, 102 (37, 35 y 30),...

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"La República Democrática Alemana está en contra de todo tipo de doping", señaló Klaus Eichier, presidente de la Unión Alemana de Deportes y Gimnasia (DTSB), en la segunda conferencia de ministros de Deportes que se celebra en Moscú. El máximo responsable deportivo de la RDA no hizo referencia alguna, sin embargo, a casos propios de doping como dos días antes su colega soviético, Marat Gramov. La RDA no sigue la postura progresista y crítica, también en deporte, de la URSS.

La URSS ganó 132 medallas en los últimos Juegos, 55 de oro, 31 de plata y 46 de bronce. La RDA, 102 (37, 35 y 30), aunque parecía en principio que hubiese podido acercarse más a su gigantesco rival de los últimos tiempos. Sin embargo, sólo superó por poco a Estados Unidos, que logró 94 medallas.El representante alemán oriental empezó su intervención alabando a la Unión Soviética "de donde emanan", dijo, "desde hace decenios, no sólo grandes iniciativas en el campo deportivo, sino las últimas encaminadas a evitar la guerra termonuclear". Pero inmediatamente pasó a autoelogiar su sistema, alejándose de la postura soviética.

La RDA, que ha despertado las mayores sospechas e doping en su apretada historia de éxitos, continúa, sin embargo, en su postura de mutismo, y, a diferencia de Gramov, que afirmó dos días antes que se habían descubierto varios casos de doping en su país en los últimos años, el representante alemán oriental no hizo ninguna referencia al tema. Klaus Eichler, que en todo momento parecía estar a la defensiva, se limitó a repetir un discurso ya conocido: "El desarrollo de nuestro deporte y los éxitos conseguidos", señaló, "se basan en la aplicación de los talentos espirituales y fisicos de nuestros jóvenes. Es el resultado del espíritu socialista, de la llegada del deporte a todos los estratos sociales".

El representante de la RDA, por contra, sí hizo hincapié en que una legislación especial podría ser la solución para el tema del doping, y señaló: "Es necesario fijar reglas de igualdad y efectuar los controles en laboratorios mundialmente conocidos, que excluyan todo tipo de engaño. Sólo así tendrá éxito la campaña".

El caso búlgaro

Una línea mucho más oscurantista e hipócrita mostró otro de los participantes ayer en la conferencia de Moscú, Trendafil Martinski, presidente del consejo central de la Unión Búlgara de Cultura Física y Deporte. Tras explicar el tratamiento idílico que, según Martinski, tiene su país con el deporte de base, señaló que se entregan premios a los atletas más éticos y que se presta especial atención a la pureza deportiva y a la lucha contra el doping. "Y lo hacemos a todos los niveles", dijo. "Estamos de acuerdo con la carta internacional sobre este tema y que haya medidas muy serias para combatir el doping".Martinski, sin embargo, no hizo ninguna referencia a lo sucedido en los Juegos Olímpicos de Seúl con el equipo búlgaro de halterofilia, primera potencia mundial en este deporte, que debió retirarse en bloque tras haber sido descubiertos y descalificados dos de sus campeones, Mitko Grablev y Angel Guentchev, que ahora acaban de ser sancionados con dos años de suspensión por la federación internacional.

La retirada en halterofilia impidió que Bulgaria fuera cuarta en el medallero de Seúl, detrás de las grandes potencias: URSS, RDA y EE UU. Finalmente, Bulgaria fue séptima.

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