RELIGION

Cristianos por el Socialismo cree que la Iglesia oprime a sus disidentes

La situación "alarmantemente regresiva" de la lglesia es motivo de preocupación para Cristianos por el Socialismo, que el pasado fin de semana celebró su asamblea anual en Madrid. Este momento involucionista, de acuerdo con las conclusiones tomadas por representantes del citado movimiento de toda España, "se manifiesta en la creciente opresión de la libertad de conciencia y de opinión de los cristianos que disienten de determinados puntos de vista o actuaciones de la jerarquía".Cristianos por el Socialismo, que se reunió en asamblea para analizar el tema de la libertad en el terreno eclesial, ...

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La situación "alarmantemente regresiva" de la lglesia es motivo de preocupación para Cristianos por el Socialismo, que el pasado fin de semana celebró su asamblea anual en Madrid. Este momento involucionista, de acuerdo con las conclusiones tomadas por representantes del citado movimiento de toda España, "se manifiesta en la creciente opresión de la libertad de conciencia y de opinión de los cristianos que disienten de determinados puntos de vista o actuaciones de la jerarquía".Cristianos por el Socialismo, que se reunió en asamblea para analizar el tema de la libertad en el terreno eclesial, afirma en sus resoluciones que la Iglesia tiende a "semejarse a aquellas sociedades totalitarias condenadas por Pío XII allá por 1950, en las que sólo la voz de los que los mandan puede hacerse oír".

Los reunidos en Madrid se refieren en concreto a "casos sangrantes de destituciones de profesores de Teología y directores de revistas teológicas", como es el caso reciente de Misión Abierta (véase EL PAÍS del pasado miércoles).

Por este motivo, solicitan transparencia y mayor participación en la Iglesia, en la que "debe fomentarse la libertad de conciencia". En el terreno social, Cristianos por el Socialismo cree que en el actual momento se tiende a considerar "insensata cualquier alternativa al capitalismo neoliberal, cada vez más endurecido". "Nos preocupa de manera especial", aseguran en sus conclusiones, "la constante descalificación de que son objeto, por parte del Gobierno, los movimientos sindicales y sociales que no se alinean con el actual sistema económico".

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