Cuatro "ertzainas" declaran en un juzgado de Bilbao por desacato a la juez Huertas

Cuatro ertzainas asistieron ayer a un careo ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Bilbao, Luisa Barrio, como consecuencia de la denuncia presentada contra ellos por la Juez Elisabeth Huertas, el pasado mes de junio, "por desacato y obstrucción a la justicia". Asistieron un sargento, un inspector y dos agentes del citado Cuerpo.Según los defensores de los policías autónomos denunciados, el careo consistió en una nueva lectura de las declaraciones hechas por los ertzainas, que se ratificaron en lo dicho anteriormente, aunque aportaron algún otro detalle que no espe...

Cuatro ertzainas asistieron ayer a un careo ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Bilbao, Luisa Barrio, como consecuencia de la denuncia presentada contra ellos por la Juez Elisabeth Huertas, el pasado mes de junio, "por desacato y obstrucción a la justicia". Asistieron un sargento, un inspector y dos agentes del citado Cuerpo.Según los defensores de los policías autónomos denunciados, el careo consistió en una nueva lectura de las declaraciones hechas por los ertzainas, que se ratificaron en lo dicho anteriormente, aunque aportaron algún otro detalle que no especificaron.

Los hechos que motivaron la denuncia sucedieron el pasado 11 de junio, cuando la juez Huertas se trasladó a un caserío de Laukiniz (Vizcaya), para ordenar el levantamiento del cadáver de un hombre muerto en extrañas circunstancias.

La juez fue retenida contra su voluntad durante cinco horas por los miembros de una patrulla de la Ertzaintza, queacudió al lugar de los hechos, después de que lo hicieran miembros de la Policía Nacional, avisados también por la juez ante la tardanza de los ertzainas, quienes reclamaron la competencia sobre el caso y no dejaron salir a la juez hasta que se produjo.

Días más tarde, el entonces consejero de Interior del Gobierno vasco, Luis Retolaza, reconoció que los agentes se habían "pasado un poco de la raya", aunque estimó que la actuación de los ertzainas se debió a un "exceso de celo".