El que paga manda

Como si del juicio final se tratara (para algunos es verdaderamente el último), a determinadas personas, en la lotería del miedo, les toca rendir cuentas y mostrar el resultado de su paso por el mundo.Si el acusado ha amasado fortuna, o tiene un buen cargo, pagará su diezmo y a otra cosa. Si sólo tiene lo puesto (no un puesto) y la vida, pues paga con ésta, y a otra cosa. No hay tarta para el policía Cristóbal Díez, y tampoco fiesta para la familia, ni tele, ni radio, ni verbena. Y es que aquí, como en el cielo, como en Uganda, el que paga manda-

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Como si del juicio final se tratara (para algunos es verdaderamente el último), a determinadas personas, en la lotería del miedo, les toca rendir cuentas y mostrar el resultado de su paso por el mundo.Si el acusado ha amasado fortuna, o tiene un buen cargo, pagará su diezmo y a otra cosa. Si sólo tiene lo puesto (no un puesto) y la vida, pues paga con ésta, y a otra cosa. No hay tarta para el policía Cristóbal Díez, y tampoco fiesta para la familia, ni tele, ni radio, ni verbena. Y es que aquí, como en el cielo, como en Uganda, el que paga manda-